LA VENTANA INDISCRETA (1954)

LA VENTANA INDISCRETA (ALFRED HITCHCOCK, 1954)


No sabía sus nombres. Jamás oí sus voces. A decir verdad, no los conocía siquiera de vista, puesto que con la distancia que nos separa me era imposible distinguir sus facciones de un modo preciso. Y, sin embargo, hubiese podido establecer un horario exacto de sus idas y venidas, registrar sus actividades cotidianas y repetir cualquiera de sus hábitos. Me refiero a los inquilinos que veía en torno al patio.”    (“La ventana indiscreta”, relato literario de Cornell Wooldrich).

I)- PANORÁMICA SOBRE UNA VENTANA-
Cuando la cámara cinematográfica rota sobre uno de sus ejes es el movimiento de panorámica. Si utilizamos el horizontal, la cámara puede ir de derecha a izquierda y al revés, será la “Panorámica horizontal”, si la usamos en movimiento vertical de arriba abajo o viceversa es  la “Panorámica vertical” y si se combinan ambas se logra un movimiento de tambaleo llamado “Panorámica oblicua”.

Al iniciarse “Rear Window” (“La ventana indiscreta”), de Alfred Hitchcock (1954) una gran panorámica que casi vira sobre los 360º, aparte de ser obertura  cinematográfica, sirve para anunciar la naturaleza del film. Primero, durante los títulos de crédito, vemos como las persianas de una enorme ventana, ocupante de todo el encuadre, se levantan; la cámara se traslada al exterior donde está el patio a través de la ventana (1) para seguir los pasos de un gato hasta salir de campo: entonces comienza la panorámica casi circular que, dentro de una narración claustrofóbica, muestra el único espacio exterior (el patio) además del inventario de vecinos a los que L. B. Jeffries (Jeff, para los amigos) espía con un tomavistas. Jeff (James Stewart) inmovilizado forzoso por una pierna rota es un gran comentarista y fotógrafo de temas deportivos. Es de gran importancia que sin ninguna información previa nos demos cuenta de quien es Jeff y sus actividades, todo ello vendrá en esta introducción mediante un movimiento planificativo de la cámara sin ningún diálogo. Una colección de detalles enriquecerán las futuras conversaciones: revistas de actualidad sobre la mesa, una cámara rota (se accidentó en una carrera de coches), diversas fotografías tomadas por él de desastres naturales y accidentes nos informan de su profesión y un termómetro colgado en la pared marcando 90º Farenheit subraya la alta temperatura, apoyada por la frente sudorosa de Jeff. El movimiento  panorámico principal descriptivo de derecha a izquierda se combina incorporando con panorámicas verticales (arriba- abajo), un inserto, dos cortes y una pausa que precede a la segunda vez que vemos al protagonista durante la obertura. Hitchcock planifica únicamente en tres escenarios, tres niveles, tres mundos: 1) el apartamento de Jeff y nuestro hombre sin otra actividad que fisgonear a los vecinos, 2) los apartamentos y personas observadas por Jeff servidos en ocasiones con planos fragmentados dando la sensación de tratarse de un enorme rompecabezas o un caleidoscopio y 3) el patio del edificio como tierra de nadie y de todos donde se esconde/entierra la solución del enigma/el asesinato
Con este plano panorámico Hitchcock nos da todos los datos de la historia posteriormente reforzados por las relaciones/charlas entre los personajes mientras que el (excelente) escritor Cornell Wooldrich necesitará cinco páginas de las 42 componentes de su narración para exponernos/presentarnos a los figurantes. Una prueba más de la no existente superioridad del libro sobre la versión cinematográfica como a veces se pretende. Si hay grandes novelas y relatos con unos equivalentes fílmicos deplorables pero también existe el caso contrario. En cine ha de comprimirse más lo expuesto sin perder la esencia de lo escrito (no siendo necesaria la “fidelidad a la letra”). Es un gran mérito para el cineasta si lo consigue. En la historia de “La ventana indiscreta” partimos de un magnífico relato corto para traducirse en una de las películas más grandes y complejas jamás filmadas.
Alfred Hitchcock trabajó, como de costumbre (sin acreditarse), sobre el guión de John Michael Haynes y con el relato de Wooldrich como base de la trama. Como en otras ocasiones la narración literaria sirve de punto de arranque y base argumental pero aquí la historia de Wooldrich es mucho más sólida que las medianías de Daphne Du Maurier, p. e., inspiradora de grandes obras hichcocknianas como “Rebecca”, “La posada de Jamaica” o “Los pájaros”, de narraciones folletinescas sin más ambición que lo comercial como las de Pierre Boileau y Thomas Narcejac, la base de “Vertigo” (“De entre los muertos”, 1957), considerada la obra maestra de Hitchcock, el más que mediocre best- seller de León Uris, “Topaz” versión cinematográfica del mismo nombre (1969), no comprendida en su estreno o la relativamente simplista “Psycho” (“Psicosis”), del conocido escritor de temas terroríficos y sobrenaturales Robert Bloch que dio paso al  mucho más interesante y complejo film de Hitchcock (1960) del mismo título.

CORNELL GEORGE HOPLEY- WOOLDRICH (1903- 1968) fue un escritor norteamericano especializado en novelas de misterio y policiacas. También fue conocido por sus seudónimos de George Hopley o William Irish. Su infancia no fue muy feliz y en su adolescencia vivió recluido y entregado a la bebida. Si tuvo éxito en sus primeras novelas (“Cover Charge”, 1926, fue la primera), influenciadas por el estilo de Francis Scott Fritzgerald. La depresión económica de 1929 le obligó a escribir novelas baratas de encargo. Dentro del periodo 1934- 1946 publicó más de 350 historia en varias revistas y también tuvo suerte cuando el cine se interesó por sus relatos.  Era un escritor inspirado, dotaba de una aura romántica sus historias, dando protagonismo a personajes víctimas de la injusticia y errores, ofreciendo sentimientos de angustia y pesimismo de forma excepcional (quizás porqué él las tenía) e introducía al lector dentro de una tensión envolvente, describiendo perfecta y totalmente a sus figurantes. Conseguía momentos fantásticos y oníricos y su apelativo de el “Edgar Allan Poe moderno” es del todo justo. También fue conocido como el “El Rey del suspense” (curioso que su adaptador de “La ventana indiscreta”, Alfred Hitchcock le llamaran “El Mago del suspense”) y dentro de la novela negra era una especie de intersección de la historia gótica y la policial/detectivesca (el cruce en otros podía resultar un gazapo, en él era todo una novedad y originalidad). Hombres como Alfred Hitchcock, François Truffaut, Jacques Touneur o Robert Siodmak fueron afortunados adaptadores de sus obras las cuales se prodigaron/prolongaron al campo de la televisión. Wooldrich editó “La ventana indiscreta” en la revista “Dime Detective” (número de febrero de 1942) con el título original de “It Had To Be Murdered” para más adelante variar el epígrafe por el definitivo “Rear Window” al incluirlo en una recopilación rotulada como “After Dinner Story” en 1944.
Lógicamente existen diferencias (bastantes) relato- película. En el cuento no existe el personaje de Lisa Fremont (Grace Kelly), la novia de Jeff mientras la enfermera Stella (Thelma Ritter) es el criado a horas de Jeff, llamado Sam; en la narración y el final es totalmente diferente: el crimen no es premeditado, Thorwald mata a su esposa después de una fuerte discusión y el posterior descuartizamiento del cadáver (que Hitchcock sitúa magistralmente fuera de campo fílmico) está basado en el real caso del Dr. Crippen que aterrorizó la opinión pública británica. En el relato el asesino se suicida arrojándose al vacio, en el film ataca a Jeff y este le ciega momentáneamente con el flash de su máquina, Thorwald logra arrojarle por la ventana y acto seguido es capturado por la policía y al final vemos a Jeff con las dos piernas enyesadas pero más abierto a las insinuaciones matrimoniales de Lisa que siempre había rechazado…

El guionista JOHN MICHAEL HAYES (1919- 2008) es ejemplo de inteligencia, sagacidad y eficacia. De redactor de noticias pasó a guionista en la radio y a partir de 1952 empezó a escribir guiones para el cine que ejercitará durante cuatro décadas (su último trabajo fue “Voluntad de hierro” en 1993). Hayes escribió los libretos de films como “La calumnia” (William Wyler, 1961), “Hermanos ante el peligro” (Budd Boetticher, 1952), un drama bélico que fue su primera labor como guionista, seguido de “Bahía Negra”, (Anthony Mann, 1953) y, entre otras “Una mujer marcada” (Daniel Mann, 1960), donde Elizabeth Taylor ganó el Oscar a la mejor actriz, “La Venus de la ira” (Daniel Mann, 1966), con Sophia Loren y “Nevada Smith” (Henry Hathaway, 1966), con Steve McQueen. Con Hitchcock colaboró en cuatro cintas. El realizador quedó muy contento de su labor en “La ventana indiscreta” (1954) por lo cual continuó en “To Catch a Thief (“Atrapa a un ladrón”, 1955), “The trouble with Harry” (“Pero….¿quien mató a Harry?”, 1955) y la segunda versión de “The Man Who Knew Too Much” (“El hombre que sabía demasiado”, 1956) pero aquí surgió la disputa por cuestión de titulaciones y acreditaciones del guión (Hitchcock quería añadir otro guionista) hasta llegar a los tribunales quienes dieron la razón a Haynes pero la amistad personal se había roto ya y Hitchcock jamás volvió a llamarle.

 “La ventana indiscreta” es la primera producción Paramount para Hitchcock (a partir de 1946, con “Encadenadosel realizador siempre ejercía como productor de sus films --- con la excepción de “El proceso Paradine” en 1947 --- en cualquier compañía cinematográfica) a la que seguirían “Atrapa a un ladrón”, “Pero….¿quien mató a Harry”, “El hombre que sabía demasiado” y “Vertigo/De entre los muertos”, quizás el periodo más rico y creativo del realizador. Aparecieron nuevos profesionales que ya habían colaborado con él y continuarían, como el excelente fotógrafo Robert Burks, aquí en Technicolor, (fuera de Hitchcock fue responsable de la fotografía de la espléndida “El Manantial” de King Vidor, entre otras) o el músico Franz Waxman (“Rebecca”, “El proceso Paradine”, “Sospecha”, las tres de Hitchcock) quien cooperaría por última vez con Hitchcock. No le convenció la música para “La ventana indiscreta” aunque fuera correcta (parte del personaje del compositor realquilado), para más adelante encontrarse el realizador y formar equipo con otro gran músico, Bernard  Herrmann. La película se valora/equilibra por dicha música en combinación con los ruídos, bocinazos, gritos, silencios y miradas de los personajes. Hal Pereira es el director artístico y John P. Fulton en los efectos especiales (uno de sus más celebrados hallazgos es la composición de “El hombre invisible” que dirigió James Whale en 1933).
Con respecto a los actores eligió  a una pareja con la cual había coincidido anteriormente por separado y en la cual el realizador confiaba: James Stewart, intérprete de “Rope” (“La soga”, 1948) en el cenit de su carrera profesional (por aquel entonces interpretaba la serie de westerns con Anthony Mann) y Grace Kelly --- en el momento bajo contrato con M. G. M. aunque ningún problema hubo en ser cedida a Paramount --- a quien había dirigido en “Crimen perfecto” para Warner Bros el mismo año (1954) unos meses antes  que “La ventana indiscreta”. En verdad fue Hitchcock quien mejor provecho sacó de la futura princesa de Mónaco --- junto a John Ford en “Mogambo”, aunque película de encargo y pese a no tratarse de uno de sus mejores films poseía  valores que hacían subir el gráfico del interés --- (“Atrapa a un ladrón” fue el  tercer y último encuentro mientras que Stewart aún protagonizaría a las órdenes de Hitchcock “El hombre que sabía demasiado” y “Vertigo”). Completaban el reparte Thelma Ritter como Stella, la enfermera, Wendell Corey interpretaba al detective de la policía Thomas J. Doyle, amigo de Jeff aunque muchas veces sus puntos de vista sean dispares y Raymond Burr (conocido como Perry Mason e Ironside) encarnaba a Lars Thorwald, el viajante que asesina a su esposa en una excelente interpretación a pesar de las pocas (justas) apariciones.

II)- UNA VENTANA Y UN VOYEUR
El analista Robin Wood (2) cita dos tendencias sobre la película: a) condena del fisgoneo, el “voyerismo”, el curiosear y b) y otros que calificaron a la película como desagradable dada lo reprobable del acto de espiar a los demás. Ninguna de las dos tendencias resiste, el mismo Wood las refuta y señala --- cosa absolutamente cierta --- que la moralidad de la película es mucho más sutil y profunda de los sugerido por ambas tendencias. Jeff es, en realidad, un hombre que nunca se ha entendido consigo mismo y con un temperamento compulsivo pero gracias a este defecto logrará descubrir un asesinato y conseguirá que el responsable no quede impune.
El espectador se identifica rápidamente con Jeff asumiendo su punto de vista como propio (espiar vidas ajenas repercute en el subconsciente del espectador quien se convierte en otro “voyeur” y espía a su vez por la misma ventana por más censurable que sea el acto) y allí entra el suspense: p. e. cuando Lisa se cuela en el apartamento de Thorwald para buscar pruebas (encuentra el anillo de la asesinada esposa) y está a punto de ser descubierta por este o cuando el homicida ve a Jeff que le está espiando (ahora el observador es observado y se siente mal), penetra en el piso y luchan hasta concluir con la caída por la antes primorosa ventana y romperse la otra pierna o cuando Thorwald mira molesto al perro de la pareja que olisquea en el jardín allí donde enterró los restos de su esposa (volverá a colocar tierra y flores encima y más adelante envenenará al can). Aún no sabemos si allí está enterrada la Sra. Anna Thorwald (Irene Wiston)  pero es ya un indicio (Jeff dormía cuando se cometió el crimen). Anna es una mujer enferma que continuamente hace reproches a su marido e inicia discusiones a pesar que, en un principio, este la atiende pacientemente. Así, el personaje antipático, gruñón y siempre descontento se convertirá en víctima y el aparentemente bueno devendrá verdugo, pistas falsas, equívocos, ironía….todo ello propio del sin par cine hitchcockniano…..No verá Jeff/no veremos los espectadores el crimen pero hay indicios para sospechar (la alianza de matrimonio de Anna que enseña Lisa, colocada en su dedo anular, a través de la ventana en el apartamento de los Thorwald es la prueba definitiva; Lars la zarandea pero no puede hacerle más por la llegada de la policía).

Se ha dicho que el patio es un pequeño universo compuesto por el mosaico que compone el repertorio de historias de los vecinos observados por Jeff. Allí cada historia responde a un género tratado en miniatura (comedia romántica, thriller, drama, etc.) y en conjunto es un reflejo de la sociedad, especialmente la clase media neoyorquina. Los apartamentos ofrecen cada uno una historia distinta vertebrada mucho o poco en la principal (el uxoricida Thorwald), alguna parece independiente y aislada pero en más o menos participa, aunque sea como meros testigos finales al detener a Thorwald mientras otras se relacionan y entrelazan mutuamente. Repasemos a los protagonistas de las historias individuales:
--- LA ESCULTORA (Jesslyn Fax) dedica mucho tiempo esculpiendo una figura agujereada en un rincón del patio a quien llama “Deseo”. Tiene un conflicto con Lars Thorwald y al final de la película duerme con tranquilidad en una hamaca ---
--- LA SEÑORA “TORSO” (Georgie Darcy) es una bella bailarina. Realiza pasos de baile y ejercicios gimnásticos frente a la ventana, exhibiéndose con poca ropa y, por supuesto con un enjambre de admiradores (entre ellos, aunque no lo confiese, está Jeff). Cuando se ha solucionado el crimen también ella encuentra su camino recibiendo al hombre de su vida: un soldado ---
--- LOS RECIÉN CASADOS (Rand Harper y Davis Davenport) son los vecinos que menos puede observar Jeff ya que en la mayor parte del tiempo tienen las cortinas echadas y la ventana cerrada (solo en alguna ocasión el muchacho asoma por la ventana pero inmediatamente es llamado por su compañera). Al volver todo a la normalidad tienen su primera pelea conyugal y las cortinas están abiertas ---
--- LA PAREJA CON EL PERRO (Frank Cady y Sara Berner). Son de mediana edad, duermen en el balcón a causa del calor y bajan al perro en una cesta para depositarlo en el patio. Al poder delatar a Thorwald este lo eliminará. El animal muerto será encontrado por la Srta. “Corazón Solitario”. Después del disgusto volverán a su vida normal. El asesino ha confesado y está detenido, la pareja tiene un nuevo perro ---
--- LA SEÑORITA “CORAZÓN SOLITARIO” (Judith Evelyn) es una mujer soltera con inclinación a la bebida y pastillas . A veces celebra la llegada de un enamorado inexistente. Está faltada de cariño y sus deseos de huir de la soledad entran en el terreno de lo patético y en el más puro drama. La sombra del suicidio ronda al personaje pero la melodía del compositor la hace reflexionar y le devuelve la ilusión y las ganas de vivir (una música acompaña siempre su presencia). Finalmente encontrará al tan deseado amor ---
--- EL COMPOSITOR (Ross Bagdasarian) intenta componer un tema. Es infeliz: en la primera noche entra borracho en su apartamento y arroja las partituras al suelo. Termina satisfactoriamente su composición y al llegar al final logra el amor de “Corazón Solitario” ---
En otra ocasión, Dios mediante, hablaremos con más profundidad del estilo en el cine de Hitchcock, otro gran católico como John Ford, que dio una de las más grandes aportaciones al 7º arte y lejos e ser simplemente el “mago del suspense” o un mero prestidigitador/manipulador del cine (imagen que él potenció y difundió) como algunos aún hoy en día creen. Está entre los mayores realizadores de la historia (para mi dentro de los tres o cuatro principales) y entre los que mejores ratos nos ha hecho pasar a los cinéfilos….

Narcís Ribot Trafí

1)- “Hitchcock entre imágenes”, de Elisa- María Martínez Martínez. Publicaciones de la Universidad de Valencia (“Biblioteca Javier Coy d’estudis nord-americans, 2011). Estudia el mundo fílmico de Hitchcock: palabras, composición de encuadres, imágenes y elaboración de los movimientos de cámara. El libro tiene su origen en la tesis doctoral de la autora, “Las estrategias narrativo- visuales en el cine de Alfred Hitchcock”. Universidad Politécnica de Valencia (2002).
2)- “El cine de Hitchcock”, de Robin Wood. Ediciones ERA S. A. (México, 1968), primera edición en lengua inglesa: 1965. Estudio de varias películas del realizador.