EL HUESPED DEL SEVILLANO

El huésped del sevillano es una zarzuela en dos actos estrenada el 3 de diciembre de 1926 en el Teatro Apolo de Madrid con música de Jacinto Guerrero y libreto de Juan Ignacio Luca de Tena y Enrique Reoyo. Su éxito fue rotundo desde la primera representación y ha dado a la lírica alguna de sus piezas más representativas, como la celebérrima romanza «Canto a la espada», que forma parte del repertorio de todos los tenores hispanoparlantes de renombre.


El huésped del Sevillano (1967, Director: Juan de Orduña. Guión: Manuel Tamayo). Actores y cantantes: Manuel Gil (Carlo del Monte), Antonio Durán (Enrique del Portal), María Silva (Dolores Pérez), Rubén Rojo (Luis Sagi-Vela), María José Alfonso (Dolores P. Cayuela). Nacionalidad: España. Produce: RTVE (Televisión Española). Zarzuela

En 1967 Televisión Española, la única en España en aquel tiempo, quiso llevar al cine una serie de películas basadas en populares zarzuelas españolas dirigidas por Juan de Orduña. Se rodaron en color, cuando la televisión era en blanco y negro, y tras programarse en la única cadena que entonces existía en España se distribuyeron en salas, algo completamente insólito porque se consideraba entonces que una vez pasada en antena una película o cualquier otro espectáculo había sido visto por millones de espectadores, qué remedio, y comercialmente ya estaba muerto.
No obstante en aquel tiempo se pasaba por las salas algunos filmes producidos para la pequeña pantalla como las aventuras de Pippi Calzaslargas, El agente de Cipol o Bonanza con resultados muy pobres. Los telefilmes rodados a gran velocidad eran visualmente planos, sin relieve. Voy a poner un ejemplo. En televisión los técnicos de la época colocaban los focos para iluminar todo el escenario, en todas las secuencias del mismo escenario no se tocaban. No había juego de luces. En cine no es así, en cada plano las luces se cambiaban y se colocaban en función de lo que se iba a rodar.
Las zarzuelas televisivas tuvieron su gracia cuando se programaron, pero en cine se veían muy pobres de imagen. En realidad Juan de Orduña no hizo nada para actualizarlas, ya era un director pasado de moda en su día y poco brillante.
El huésped del sevillano muestra pues estos defectos. Orduña coloca zooms a destajo y unos movimientos de cámara bruscos e insufribles, además las copias distribuidas recientemente son de muy mala calidad. El espectáculo se resiente y la zarzuela queda muy deslucida.
Encima el color se ha deteriorado mucho, no se ha remasterizado el DVD y éste carece de calidad.
Los actores en su día fueron muy queridos por el público, la bella mirada de Maria Silva es tal vez lo mejor así como la gracia de María José Alfonso, dos figuras que el público actual parece haber olvidado pero que en su día fueron muy populares. Las canciones son espléndidas, pero el papanatismo y la negligencia han provocado que la zarzuela muera olvidada injustamente. Los españoles estamos perdiendo nuestros raíces por culpa de políticas negativas y equivocadas. Muy triste el resultado final.

Salvador Sáinz


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