LAS RAÍCES DEL CIELO (1958)

JOHN HUSTON


LAS RAICES DEL CIELO. Título original: The Roots of Heaven. Año 1958. País: Estados Unidos. Director: John Huston. Reparto: Trevor Howard, Juliette Gréco, Errol Flynn, Eddie Albert, Orson Welles, Paul Lukas, Herbert Lom, Grégoire Aslan, André Luguet, Friedrich von Ledebur, Edric Connor, Olivier Hussenot, Pierre Dudan, Marc Doelnitz, Francis De Wolff. Guión: Patrick Leigh-Fermor, Romain Gary (Novela: Romain Gary). Música: Malcolm Arnold. Fotografía: Oswald Morris. Productora: Darryl F. Zanuck Productions / Twentieth Century-Fox Film Corporation. Duración: 121 min. Género: Aventuras. Drama | África

Las raíces del cielo no es en absoluto una película sólida, pero sí una curiosidad. Su protagonista es Trevor Howard, habitual característico del cine inglés que jamás fue una estrella ni lo pretendió. En un papel secundario nos encontramos al mismísimo Errol Flynn en pleno declive por su adicción al alcohol que arruinó su vida y su carrera. La cantante Juliette Gréco es la protagonista femenina y Orson Welles tiene su cameo.
Es curioso el argumento, un idealista lucha contra los cazadores de elefantes para salvaguardar la especie en vías de extinción. Así Trevor Howard aparece como un moderno Don Quijote en lucha eterna contra los molinos de viento que desean su eliminación, pero la política tiene sus intereses. Eliminar a quien provoca tantos quebraderos de cabeza podría ser impopular así que el caballero andante sigue su cruzada de forma irremediable.
Aunque a Huston no le agradó el material tiene su miga. La selva que aparece en la película es real, no un decorado. Se rodó en Sarh, Chad. Los interiores se rodaron en unos estudios franceses.
El autor de la novela es Romain Gary, el marido de la actriz Jean Seberg, que le da ese toque idealista al personaje central pero que indaga sobre los intereses políticos que se esconden tras las correrías de ese vitriólico idealista que Huston nos presenta como un fanático simpático.
En aquel tiempo no se hablaba ni de lo políticamente correcto ni de la ecología. Gary fue un precursor. Defiende un animal que muchos pueblos consideran un estorbo para el progreso de su nación, unos animales enormes que lo arrollan todo a su paso, que destruyen cosechas, árboles, postes de teléfonos y de la luz.
Pero aún así se habla del derecho a vivir de esta y de todas las especies animales. Un animal, el paquidermo proboscídeo,   que despierta muchas simpatías en occidente. Precisamente en lugares donde no lo conocemos más que en películas y reportajes televisados.
La ironía típicamente de Huston, su cínica forma de ver el mundo, queda patente a lo largo de su metraje aunque se le note una cierta desgana en la realización. Huston ha brillado en mayor altura en otras ocasiones como, por ejemplo, en Los que no perdonan.

Salvador Sáinz