DOMINGO DE CARNAVAL (1945)


DOMINGO DE CARNAVAL. Año 1945. País: España. Director: Edgar Neville. Actores. Conchita Montes, Fernando Fernán-Gómez, Guillermo Marín, Julia Lajos, Juanita Manso, Manuel Requena, Joaquín Roa. Guión: Edgar Neville. Música: José Muñoz Molleda. Fotografía: Enrique Barreyre. Productora: Exclusivas Salete-Jimeno. Duración 83 minutos. Intriga. Comedia

Aunque parezca mentira en los años cuarenta había gente con el valor suficiente de hacer cine en España aunque en una situación adversa. Uno de nuestros “héroes” (porque a Edgar Neville sólo me queda otorgarle dicho calificativo) es el que nos ocupa.
Famoso bon vivant que fue a Hollywood para retratarse con Charlie Chaplin, Stan Laurel y Oliver Hardy, y aprender allá el oficio de cineasta, Edgar Neville Romrée, IV Conde de Berlanga del Duero (Madrid, 28 de diciembre de 1899 – 23 de abril de 1967), fue un escritor, autor de teatro, director de cine y pintor español de inusual importancia. Un rara avis en un desierto no de mediocridad sino de nulidad.
Domingo de carnaval es su título inmediatamente posterior a la famosa La torre de los siete jorobados, uno de nuestros raros clásicos de cine fantástico español, pero está lejos de la mismo porque el guión es endeble. Carece de unidad y se pierde en dilatados vericuetos.
la trama gira alrededor de un crimen que debía pasar a finales del siglo XIX en el Madrid castizo.
La acción se desarrolla en un edificio típicamente madrileña con un patio interior y unos pasillos exteriores que lo rodean. En el mismo un sereno se encuentra una puerta abierta, algo poco corriente en nuestro país, y entra para avisar a la dueña, una avara prestamista a la que encuentra brutalmente asesinada.
Es carnaval, época en la que toda la gente lleva máscara, el comisario de policía del barrio tiene ganas de jarana y se marcha a disfrutar del carnaval dejando a su subalterno (Fernando Fernán Gómez) con ansia de hacer méritos para que averigüe lo sucedido.
la película mezcla dos géneros, el cine policiaco y la comedia costumbrista española. Los bailes de máscaras producen un gran impacto visual, el ambiente está muy conseguido. Para ser una gran película a este Domingo de Carnaval le falta mayor dosis de concreción, algo que sí tenía la extraordinaria La torre de los siete jorobados. Pero un Neville es un Neville, como José Antonio Nieves Conde, fueron lo más granado del cine español en las décadas posteriores a la guerra civil.

Salvador Sáinz

En Hollywood, Edgar Neville conoció a Stan Laurel y Oliver Hardy, y también a Charlie Chaplin.