LA INVASIÓN DE LOS BÁRBAROS (1968)


LA INVASIÓN DE LOS BÁRBAROS. Título original: Kampf um Rom I. País: Alemania Federal. Director. Robert Siodmak. Reparto: Laurence Harvey (Cethegus), Orson Welles (Emperador Justiniano), Sylva Koscina (Emperatriz Theodora), Harriet Andersson (Mathaswintha), Honor Blackman (Amalaswintha), Robert Hoffmann (Totila), Michael Dunn (Narses), Ingrid Boulting (Julia ), Lang Jeffries (Belisarius), Florin Piersic (Witichis), Emanoil Petrut (Teja), Friedrich von Ledebur (Hildebrand), Dieter Eppler (Thorismund), Ewa Strömberg (Rauthgundis). Guión: Ladislas Fodor, David Ambrose (Novela: Felix Dahn). Música: Riz Ortolani. Fotografía: Richard Angst. Coproducción Alemania del Oeste-Italia-Rumanía; CCC Filmkinst / Documento Film / Studioul Cinematografic Bucurest. Duración: 94 minutos + 76 minutos. Peplum, bárbaros

Robert Siodmak (Dresde, Alemania, 8 de agosto de 1900 - Locarno, Suiza, 10 de marzo de 1973) fue un director de cine de origen alemán, que destacó en los Estados Unidos desde 1941, con películas de diversos géneros pero brillando especialmente en el de cine negro. Es hermano de Curt Siodmak, guionista y director autor de El cerebro de Donovan y guiones sobre El hombre Lobo con Lon Chaney jr.
Robert dirigió El hijo de Drácula (1943), Forajidos (1946), La escalera de caracol (1946), Forajidos (1946), El temible burlón (1952) en las que dejó patente su oficio y buen hacer. Al final de su carrera regresó a Europa, rodó un western en España sobre el general Custer, La gran aventura, que fue su canto del cisne. La última que rodó fue precisamente ésta que nos ocupa, La invasión de los bárbaros exhibida con un montaje de 103 minutos o dividida en dos partes de 94 y 76 minutos.
En esta incursión al Bizancio de Justiniano, romanos decadentes e invasores bárbaros, en este caso ostrogodos, la filmografía del otro tiempo eficiente director se hunde de forma irremediable con una realización confusa, arrítmica, propia de un cineasta de cuarta categoría e indigna de su carrera profesional.
Es una lástima que esta parte de la historia haya sido tan mal contada y tan mal filmada como el presente título a pesar de contar en el reparto figuras importantes como Laurence Harvey y Orson Welles, con un montaje pésimo y una narración repleta de toda clase de torpezas formando un conjunto deslavazado.
Tal vez nos quisieran dar la sensación de caos propia de aquella época reflejada, la época en la que un floreciente imperio cuya influencia cultural ha llegado hasta nuestros días mediante las lenguas romances se hundía sin remedio, primero dividiéndose entre los imperios de Occidente y Oriente (Bizancio), incluso cambiando de ciudad, Ravena por Roma. Los bárbaros hartos del Imperio lo fueron minando hasta hacerlo desaparecer iniciándose una nueva etapa histórica, la Edad Media, en la que prevalecieron los microestados y el feudalismo. Una etapa histórica que en tiempos presentes parece que vuelve a renacer.

Salvador Sáinz