STAR TREK III. EN BUSCA DE SPOCK (1984)


STAR TREK III. EN BUSCA DE SPOCK. Título original: Star Trek III: The Search for Spock. Año 1984. País: Estados Unidos. Director: Leonard Nimoy. Reparto: William Shatner (James T. Kirk); Leonard Nimoy (Spock); DeForest Kelley (Dr. Leonard McCoy); James Doohan (Montgomery Scott); George Takei (Hikaru Sulu); Walter Koenig (Pavel Chekov); Nichelle Nichols (Uhura); Merritt Butrick (Dr. David Marcus); Phil Morris (Trainee Foster); Robin Curtis (Saavik); Robert Hooks (Morrow). Guión: Harve Bennett (Personajes: Gene Roddenberry). Música: James Horner. Fotografía: Charles Correll. Producción: Paramount Pictures. Duración: 105 minutos. Ciencia ficción | Aventura espacial. Secuela. Star Trek

Eugene Gene Wesley Roddenberry (nacido el 19 de agosto de 1921 en El Paso, Texas, y fallecido el 24 de octubre de 1991 en Chicago, Illinois) fue un director y productor estadounidense, mundialmente conocido por sus series de ciencia ficción, especialmente por Star Trek o Viaje a las estrellas, una franquicia de series de televisión y películas de ciencia ficción. El universo de ficción de Star Trek creado por Roddenberry está compuesto por cinco series de televisión con actores reales, incluyendo Star Trek: la serie original de 1966, más una serie de animación con personajes dibujados en 2D, además de once películas por el momento.
En busca de Spock es la tercera de la saga cinematográfica, rodada tras La ira del Khan, en la que el vulcaniano Spock fallecía al final pero a estas alturas todos los trekkies (seguidores de la popular saga) saben que no fue así y que regeneró gracias a unas tramas científico filosóficas a las que los creadores de la serie nos han acostumbrado.
Yo me considero simpatizante de la saga, sobretodo del señor Spock y del actor Leonard Nimoy que se ha visto encasillado con este personaje hasta tal punto que en el reinicio del serial en 2009 reaparece pese a que su personaje lo interpreta un actor joven Zachary Quinto. Pero ya se sabe que los guionistas de Star Trek son capaces de inventarse cualquier pirueta para alegarle la existencia a los trekkies.
En 1984 el elenco original llevaba mucho tiempo con sus personajes y cada película parecía una reunión de viejos amigos para contarse sus aventuritas de toda la vida. En 1991 se despidieron oficialmente de las pantallas porque sus edades ya no les permitían continuar por más tiempo con sus respectivos cometidos.
En busca de Spock, que comienza con la (falsa) muerte del vulcaniano de orejas puntiagudas ya presumimos que este óbito no será definitivo. La Paramount aprovechó la ocasión para darle a Leonad Nimoy la posibilidad de dirigir la película y éste aceptó encantado por la oportunidad de crear un Star Trek más a su gusto. De hecho Nimoy ya había dirigido algún que otro episodio de televisión, pero ésta era la oportunidad de convertirse en director de cine y rodar como tal largometrajes para la gran pantalla. Su carrera en este campo no ha sido espectacular, porque la sombra de su personaje emblema al que terminó por odiar pesa mucho.
Si cuando se estrenó En busca de Spock me impresionaron sus efectos visuales, en la actualidad, en la era digital, se ven bastante desfasados pero entrañables. Hay cinéfilos que los prefieren a los actuales pero seamos realistas, la técnica cinematográfica ha evolucionado de forma espectacular y eso es toda una evidencia.
Aún así, todo se ve con gran simpatía porque eran películas en la que sus actores y sus técnicos ponían el alma, toda su profesionalidad y pasión. En el cine actual, salvo excepciones, los efectos especiales asfixian a los personajes que quedan convertidos en meras marionetas o reclamos publicitarios para atraer a los espectadores a las salas.
Entonces los actores podían crear personajes creíbles pese a que los diferentes contextos no lo son. Star Trek nos habla de la amistad, de la importancia que tiene la palabra dada, la fidelidad a unos amigos, de la lucha por encontrar la verdad en el universo. No se trata de una película de acción ni de persecuciones. No hay batallas épicas ni guerras estelares.
Kirk intenta resolver los problemas que se le enfrentan a lo largo de las galaxias con la razón no con la fuerza del rayo laser. En el caso que nos ocupa de un proyecto llamado Génesis con el que se pretende dar vida a los planetas muertos para colonizarlos después. Pero el planeta Génesis, el proyecto Génesis, es todo un fiasco.
Kirk debe de regresar a Génesis porque en él se encuentra su viejo amigo Spock, los guionistas se las saben larga para crear piruetas argumentales y conseguir lo que parece imposible. Nos encontramos pues ante lo que llamábamos antes Space Opera, Ópera Espacial, películas del espacio, un lugar ilimitado repleto de culturas extrañas y personajes insólitos en las que los guionistas dan rienda suelta a su imaginación.
A pesar del paso del tiempo, En busca de Spock conserva todo su encanto. Todo es tan entrañable, tan acogedor, tan querido que uno tiene la sensación de encontrarse con amigos de toda la vida y de tragarte unas tramas muy poco creíbles aunque eso ¿a quién le importa? Lo importante no es que lo que vemos en pantalla sea creíble o no, que no lo es, sino que durante su proyección soñamos con un mundo lleno de aventuras fantásticas y mundos imposibles con unos klingtons gamberros y en la película que nos ocupa la aparición como estrella invitada de Christopher Lloyd, el “doc” de la saga Regreso al futuro,  como un salvaje guerrero que viaja por el espacio con una mascota horrible. Y por si fuera poco aparece una chica de Vulcano, Saavik (Robin Curtis) para añadirle más emoción a esta espacial aventura.

Salvador Sáinz

Star Trek (2009), reinicio de la popular saga nos trajo una gran sorpresa, la reaparición de Leonard Nimoy en el papel de Spock anciano a causa de un agujero negro encontrándose con Spock joven (Zachary Quinto).
La serie original data de 1966, la última película del reparto original al completo fue en Star Trek VI: aquel país desconocido en 1991, veinticinco años después.
Eso supone que Leonard Nimoy ha interpretado al famoso vulcaniano durante 43 años y eso que publicó su autobiografía con el título Yo no soy Spock. Si se descuida…
Spock es sin ninguna duda uno de los grandes iconos de la ciencia ficción cinematográfica. La serie creada por Gene Roddenberry es modélica y por ese motivo ha calado hondo entre varias generaciones de cinéfilos.

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