UN PASEO POR LAS NUBES (1995)

Cuatro pasos por las nubes (1942) de Alessandro Blasetti fue un gran éxito del cine italiano que gozó de un remake en 1956 con el mismo título protagonizado por Fernandel. En 1995 se desempolvó el argumento pero se adaptó a la realidad estadounidense y se cambió la ubicación italiana por las tierras californianas centrando su argumento en una comunidad mexicana. Eso dio oportunidad a nuestra musa Aitana Sánchez-Gijón para hacer por fin las Américas bajo la dirección del mexicano Alfonso Arau.
Toda la trama gira alrededor de una joven que regresa a su hogar embarazada de un caradura, temiendo una reacción violenta de su padre convence a un representante de chocolatinas de que se haga pasar por su marido ante la familia.
Todo ese argumento dará pie a una situación algo embarazosa e introducirá al pobre viajante en un nuevo ambiente, una familia chapada a la antigua de rancios valores tradicionales. Conoceremos los usos y costumbres de la comunidad mexicana en California y los métodos para salvar las viñas de los peligros naturales.
Pero todo gira en cómo tu destino puede cambiar radicalmente de forma inesperada. Como ese viajante descubre de repente una vida nueva con la que ni siquiera había soñado.
Alfonso Arau creó un filme de corte romántico con apuntes étnicos. La trama es bastante predecible, sobre todo si se han visto una de las dos cintas anteriores que en su día saborearon las mieles del éxito popular. Pillará de nuevo a las audiencias más jóvenes, por supuesto.
Los actores están bien, Anthony Quinn borda una vez más su papel y es lástima que la carrera americana de nuestro Aitana Sánchez-Gijón no sea más copiosa. Está muy bien en su papel. Los ambientes mexicanos están perfectamente construidos. Mexicanos en los Estados Unidos, un país que les es hostil. La familia se supone que es más antigua que la adhesión de California al país del dólar, muy poco amable con los anteriores pobladores de estas tierras y eso provoca un cierto rechazo a lo que les es extraño. El resentimiento hacia los gringos provoca no pocas incomodidades pero ya se sabe que todo el mundo recoge aquello que ha ido sembrando.

Salvador Sáinz