EL SECRETO DE SANTA VITTORIA

Stanley Kramer (19 de septiembre de 1913 – 19 de febrero de 2001) fue un director y productor estadounidense.


El secreto de Santa Vittoria. Título en VO: The secret of Santa Vittoria Año: 1969. Director: Stanley Kramer Intérpretes: Anna Magnani, Anthony Quinn, Giancarlo Giannini, Hardy Krüger, Renato Rascel, Virna Lisi Duración: 139 min. Clasificación: Sin definir Género: Comedia Color: Technicolor y Panavisión. Guión: Ben Maddow, William Rose Fotografía: Giuseppe Rotunno. Música: Ernest Gold

Stanley Kramer no es uno de los directores más aclamados por la crítica, pero sí una figura más que interesante por la selección de sus proyectos generalmente polémicos. El secreto de Santa Vittoria estaba basada en una novela de Robert Chrichton, un escritor norteamericano que en 1966 publicó dicho libro que tres años se estrenó en su versión a la gran pantalla.
Curiosamente estaba ambientado en un pueblecito al norte de Italia, pero rodado en el Lacio, al centro de la península Itálica. Cuando Hollywood rueda películas en territorio no estadounidense las plateas del mundo ya se ponen a temblar. Dicho país suele mostrar otras culturas de una forma estrambótica como si el resto de las países del mundo estuviera compuesto por gente descerebrada y extravagante. Muchas veces demuestran un gran desconocimiento de sus costumbres y de su historia.
Así que resulta muy extraño ver un pueblo cien por cien italiano con letreros en lengua inglesa. Hecha esta salvedad hemos de reconocer que Kramer es respetuoso con la peculiar idiosincrasia del país latino.
Otro punto a resaltar es su forma de presentar al ocupante alemán lejos e los típicos villanos sedientos de sangre. Eso sí son ocupantes arrogantes, pero son seres humanos a los que no les gusta hacer daño a los ocupados.
Al frente del reparto nos encontramos a la eximia Anna Magnani, una de las mejores actrices del cine y la escena italiana de todos los tiempos. La bella y exquisita Virna Lisi, el cómico Renato Rascel muy popular en el cine italiano por sus parodias cinematográficas (Agárrame ese vampiro, La Pimpinela Rosa). Al frente además tenemos a un actor alemán, Hardy Krüger, militante de las juventudes hitlerianas en su adolescencia, aunque ya se sabe que por su edad tenía escasa responsabilidad en dicha acción.
Pero el histriónico Anthony Quinn, actor mexicano residente en Hollywood, especialista número uno en papeles étnicos acapara toda la atención.
La trama gira alrededor de un pueblecito italiano tras la caída de Benito Mussolini y sus camisas negras. Italia abandonaba el fascismo y el eje nazi-fascista para integrarse en las democracias occidentales. Sus ex aliados alemanes ocuparon entonces las poblaciones italianas para saquearlas y financiar sus gastos bélicos. Santa Vittoria, un pequeño pueblo viñatero que se dedica a fermentar vino para la firma Cinzano, muy prestigiosa, para crear un vermú de fama internacional.
Los alemanes tratan de apoderarse de sus bodegas lo que supondría la ruina económica del pueblo que para evitarlo ocultan las botellas en una cueva. El ardid tuvo éxito aunque los nazis estuvieron con la mosca tras la oreja irremediablemente. Para engañarles los pueblerinos montan una comedia con su falso servilismo, su astucia campesina, y su astucia.
Aunque la realización de Kramer es brillante, los actores se lucen. Sobre todo el siempre genial Anthony Quinn que sabe componer su personaje con total autoridad.
El secreto de Santa Vittoria es una de esas películas que sobreviven al paso del tiempo, que se convierten en todo un clásico imperecedero.

Salvador Sáinz