LA VIDA DE LOS OTROS (2006)

Cuentan de un sabio, que un día tan pobre y mísero estaba, que sólo se sustentaba de unas yerbas que cogía. «¿Habrá otro», entre sí decía, «más pobre y triste que yo?» Y cuando el rostro volvió, halló la respuesta, viendo que iba otro sabio cogiendo las hojas que él arrojó.


La vida de los otros. Título original: Das Leben der Anderen. Año: 2006. Duración: 137 min.Nacionalidad: Alemania. Director: Florian Henckel von Donnersmarck. Guión: Florian Henckel von Donnersmarck. Música: Gabriel Yared, Stéphane Moucha. Fotografía: Hagen Bogdanski. Reparto: Ulrich Mühe, Martina Gedeck, Sebastian Koch, Ulrich Tukur, Thomas Thieme, Hans-Uwe Bauer, Volkmar Kleinert, Matthias Brenner, Charly Hübner. Productora: Wiedemann & Berg Filmproduktion / Bayerischer Rundfunk / Arte / Creado Film. Género: Drama. Thriller | Espionaje. Guerra Fría

PREMIOS
2006: Oscar: Mejor película habla no inglesa
2006: Nominada al Globo de Oro: Mejor película de habla no inglesa
2007: Premios BAFTA: Mejor película de habla no inglesa. 5 nominaciones
2006: Cesar: Mejor película extranjera
2006: David de Donatello: Mejor película europea
2006: Premios del Cine Europeo: Mejor película, mejor actor (Ulrich Mühe)
2006: Círculo de críticos de Nueva York: Mejor película de habla no inglesa
2006: Premios David di Donatello: Mejor film de la Unión Europea
2006: Premios Guldbagge (Suecia): Mejor película extranjera

En España tuvimos una República fracasada, una posterior Guerra Civil y una feroz dictadura que duró casi cuarenta años. En la actualidad cuando se cuenta esta parte de nuestra historia se reduce a un maníqueo cuento de "buenos" y "malos", sólo que los "buenos" y los "malos" son distintos según la ideología de cada uno. Pero nadie se preocupa de poner a todos en su sitio. Se utiliza el genocidio de Paracuellos del Jarama para justificar el fusilamiento de las 13 Rosas.
La realidad es que la dictadura, la corrupción, el abuso del poder no tienen un color político porque en realidad este siglo pasado ha sido el siglo de las grandes dictaduras, atroces y crueles.
Dichas dictaduras se pueden dividir en dos bloques, las derechistas y las presuntamente izquierdistas. Ambas fueron nefastas para el género humano.
La vida de los otros, producción alemana, nos cuenta una de ellas, la izquierdista. La derechista ya cuenta con una extensa filmografía en donde se nos cuentan todas sus atrocidades. Pero las socialistas o comunistas tienen una aureola de silencio a su alrededor. Pero poco a poco van apareciendo títulos que denuncian sus abusos sin caer en la demagogia del cine franquista.
Así Florian Henckel von Donnersmarck nos habla de las actividades de la Stasi, la policía secreta de la Alemania Oriental que se llamaba asimismo Democrática hasta que se les cayó encima el Muro de Berlín.
Resulta curioso, pero los intelectuales occidentales han sido cómplices durante décadas de esta dictadura tan cruel como innecesaria porque sus actividades siempre han buscado el aplauso y la auto complacencia. Quedaba guapo ser progre y aún se piensa así, aunque para ello haya que cerrar los ojos a la realidad o a parte de la realidad. Sólo se denuncia lo que conviene, y lo que no conviene se silencia sin ningún escrúpulo.
Así, La vida de los otros nos cuenta cómo un policía secreto debe seguir y escuchar a un escritor emparejado con una eminente actriz de teatro buscando cualquier resquicio para encarcelarlos. Pero el policía no está de acuerdo con su cometido, por eso silencia en sus informes muchos comentarios desfavorables al régimen, evitando así que el intelectual crítico vaya al paro y a la cárcel por actividades contra el Estado.
El intelectual y el funcionario nunca se ven, no se conocen apenas. No se han visto cara a cara. Pero el destino les une les guste o no.
La película es valiente aunque por desgracia se denuncia al fenecido Estado comunista una vez ha desaparecido, pero si se hubiera realizado la película en su día hubiera sido acusada de propaganda capitalista por los cerebros occidentales. No estaba bien visto denunciar lo que no interesa porque el pensamiento siempre se ha dirigido en función de intereses políticos oscuros y mezquinos.
Muy buena película, muy buen juego de actores y excelente dirección de Florian Henckel von Donnersmarck.

Salvador Sáinz