EL CUCHILLO EN EL AGUA (1962)


EL CUCHILLO EN EL AGUA. Título original: Nóz W. Wodzie. Año 1962. País: Polonia. Director: Roman Polanski. Reparto: Leon Niemczyk (Andrzej), Jolanta Umecka (Krystyna), Zygmunt Malanowicz (el joven), Anna Ciepielewska (voz deKrystyna), Roman Polanski (voz del joven). Guión: Roman Polanski & Jerzy Skolimowski.Música: Krysztof T. Komeda. Fotografía: Jerzy Lipman (B&W). Kamera-Film. Duración: 94 minutos. Drama, Drama psicológico


Roman Polanski, tras rodar sus cortos, se dio a conocer internacionalmente con El cuchillo en el agua, un inquietante drama en la que quedan apuntadas sus obsesiones como el desarraigo, la claustrofobia. Rodada en tierras polacas, Polanski no encajaba demasiado en su país natal en donde sufrió persecución por parte de los invasores alemanes primero y los soviéticos después.
La acción tiene lugar en un velero en donde un aburguesado personaje y su bella esposa pretenden pasar un fin de semana tranquilo, pero se encuentran un joven vagabundo por la carretera al que invitan a la excursión dominical. Las relaciones se volverán tensas por las diferencias de clase y de edad.
Polanski ya nos apunta sus constantes que iremos viendo a lo largo de su carrera itinerante que le ha llevado a rodar en Reino Unido, Francia, España y Estados Unidos. Su vida personal es incluso más inquietante que su propia carrera.
El cuchillo en el agua nos muestra su cuidada planificación, la densidad de sus personajes de los que sabe sacar mucho partido. La utilización del paisaje desértico, el mar en este caso, sobre cuya superficie navega este velero solitario con sus tres personajes a bordo.
El autor refleja un mundo encerrado en sí mismo, el joven se convierte en un elemento inquietante y catalizador que desestabilizará el falso confort de la pareja aburguesada, muy bien situada en la sociedad polaca. Unos escaladores natos que se han hecho a sí mismos. Se nos dice que el marido es escritor, una profesión generalmente inestable a menos de que uno sea dócil al régimen político de turno y publique lo que a éste le interese.
Estallan las tensiones soterradas, aunque Polanski es menos agresivo que en títulos posteriores como Repulsión o Callejón sin salida.
El primer Polanski fue para mí el mejor, lo prefiero al más comercial de La semilla del diablo o Chinatown, en los que perdía parte de su personalidad. En estas primeras cintas nos da una visión desencantada, cínica, del mundo que nos toca vivir o nos toca padecer. Una mirada tan triste como cruel con personas que no van a ninguna parte, que se encierran en sí mismas porque temen al entorno que les rodea.
Una visión del mundo escéptica, irónica y sarcástica basada en valores endebles y escasamente estimulantes.

Salvador Sáinz