LA VIE EN ROSE (2007)

Érase una gran dama del mundo de la canción, se llamaba Edith Piaf, menudita, desgarbada, pero dotada de una voz singular, potente, vibrante. Muchas noches antes de dormir suelo escuchar su potente voz y sus desgarradas canciones en mi mp3 Podríamos definir su música como esas canciones que nos acompañan a lo largo de nuestra vida vayamos donde vayamos. Eso era Edith Piaf.


La vie en rose. Título original: La Môme. Dirección: Olivier Dahan. Países: Francia, República Checa y Reino Unido. Año: 2007.Duración: 140 min. Reparto: Marion Cotillard (Edith Piaf), Sylvie Testud (Momone), Pascal Greggory (Louis Barrier), Emmanuelle Seigner (Titiene), Jean-Paul Rouve (Louis Gassion), Gérard Depardieu (Louis Leplée), Clotilde Courau (Anetta), Jean-Pierre Martins (Marcel Cerdan), Catherine Allegret (Louise), Marc Barbé (Raymond Asso), Caroline Silhol (Marlene Dietrich),Jil Aigrot (canciones de Edith Piaf). Guión: Olivier Dahan e Isabelle Sobelman. Producción: Alain Goldman. Música: Christopher Gunning. Fotografía: Tetsuo Nagata. Montaje: Richard Marizy. Estreno en Francia: 14/02/2007. Estreno en España: 20/04/2007. Género: Biopic, drama, musical.

PREMIOS 2007: 2 Oscars: Mejor actriz (Marion Cotillard), maquillaje.
2007: Globo de Oro: Mejor actriz comedia o musical (Marion Cotillard)
2007: 4 Premios BAFTA: Mejor actriz, vestuario, maquillaje, música.
2007: 5 Premios Cesar, incluyendo actriz (Marion Cotillard).
2007: Festival de Berlín: Sección oficial de largometrajes

Estamos ante una importante biografía de Edith Piaf (Edith Giovanna Gassion; París, 1915 - Provenza, 1963) Cantante y letrista francesa. Su vida estuvo marcada por la desdicha desde su más tierna infancia, lo que ejerció una influencia decisiva sobre su estilo interpretativo, lírico y desgarrado al mismo tiempo. Su aspecto desvalido le valió el nombre por el que es universalmente conocida: Piaf («gorrión»).
La película de Olivier Dahan muestra una perfecta recreación de la época, del ambiente sórdido y duro en el que transcurrió la infancia de la pequeña Piaf y sin buscar la falsa compasión nos explica los motivos de su amargo carácter que le llevó a la droga, al alcohol, a la autodestrucción y a una vejez prematura muriendo muy joven.
Edith Piaf fue una figura completamente extraordinaria con un repertorio marcado por una fuerte personalidad, se desvivía en el escenario donde actuaba. Fue cantante callejera como su madre en la infancia conociendo toda clase de tugurios. Su escuela fue la calle de los barrios marginales de un París mugriento alejado de la ciudad Luz a la que tanto nos han acostumbrado.
La actriz principal, Marion Cotillard está a la altura de su personaje gracias a una perfecta caracterización, pero también a que puso el alma en cada plano convirtiéndose en la primera actriz francesa que ganó un Oscar en un film rodado en la lengua de Moliere.
Toda la película rebosa vitalidad, ahondando en el alma atormentada de la popular cantante, el menudito gorrión de París cuya vida fue muy poco “rosa”, como canta el título de una de sus mejores canciones.
La película no sigue una trama lineal, sino son retazos de la vida de Piaf que nos son mostrados de forma aparentemente desordenada. Son como esos sueños deslavazados que aparecen en nuestro subconsciente durante la noche. Todo aparece desordenado u ordenado de forma caprichosa. Esa narración provoca desconcierto en muchos espectadores, pero los más avezados seguirán la trama con total normalidad.
Piaf es mostrada como una mujer de una energía que terminó por agotarla. Algunos detalles son poco claros, su último marido Theo Sarapo que era muy joven, casi parecía su hijo, apenas nos hablan de él, como del hijo desafortunado de la cantante muerto prematuramente. Pasan muy de puntillas por estos hechos.
Sarapo y Piaf formaban una pareja muy desigual, apareció en sus últimos años de vida, Ambos se casaron y su historia de amor duró un año y un día. Al fallecer la cantante, Sarapo heredó numerosas deudas Al recibir numerosas críticas por haberse desposado con una mujer mayor que él, pagó todas sus deudas religiosamente y después se suicidó harto de tanta incomprensión y de tanta calumnia.
La película nos cuenta la relación de su padre, contorsionista de circo, que se hizo cargo de ella cuando niña ya que su madre no tenía capacidad para ello. Ya mayor se la encuentra en un bar hecha una pordiosera dando sablazos a todo el mundo.
El vocabulario de Piaf era amargo, lleno de palabras malsonantes. Lo daba todo en cada instante de su vida pisando fuertemente el acelerador hasta que finalmente le pasó factura.
Bella película, bello homenaje al “Gorrión” (Piaf quiere decir gorrión) de París, una de las mejores cantantes de todos los tiempos.

Salvador Sáinz

Aunque Marion Cotillard puso el rostro y el alma, la voz que sonaba cuando cantaba era la de Jil Aigrot (en la foto en color). Las primeras canciones de la mítica cantante no fueron grabadas por lo que se tuvo que recurrir a una doble para interpretarlas.
En el resto de las canciones suena la voz de la propia Piaf.

Edith Piaf