NE TE RETOURNE PAS (2009)


NE TE RETOURNE PAS. Año 2009. País Francia. Directora. Marina De Van. Reparto: Sophie Marceau (Jeanne), Monica Bellucci (Jeanne), Andrea Di Stefano (Teo / Gianni), Thierry Neuvic (Teo 2), Brigitte Catillon (Nadia 1 / madre italiana), Sylvie Granotier (Nadia 2), Augusto Zucchi (Fabrizio), Giovanni Franzoni (Enrico), Vittoria Meneganti (niña morena 11 años), Francesca Melucci (niña rubia 9 años), Adrien de Van (el psiquiatra). Guión: Marina De Van, Jacques Akchoti. Fotografía: Dominique Colin. Coproducción Francia-Italia-Luxemburgo-Bélgica; Wild Bunch / Ex Nihilo / StudioUrania / Samsa Film / Entre Chien et Loup / Agat Films & Cie / Apulia Film Commission. Duración: 111 minutos. Drama, drama psicológico

Sophie Marceau  y  Monica Bellucci son dos bellezones icónicos del cine europeo en las últimas décadas. Es decir, son dos actrices solventes que no se limitan a figurar como elementos decorativos pero que disponen de unos físicos agraciados que han provocado una numerosa legión de fans. Es sabido que nos enamoramos de lo que vemos, en este caso los cinéfilos de lo que ven ante la pantalla del DVD o BD, ya que las salas han sido monopolizados por los gringos decadentes, y en cierta forma no es más que imperativos de nuestra naturaleza humana en sentir ciertas debilidades.
Las dos actrices se merecen el lugar que ocupan con toda justicia sin ninguna duda. Lo malo de esta película empero que tiene dos defectos, una que su trama es muy enrevesada y cuesta comprender su significado. Otra que ambas actrices interpretan el mismo personaje y aparecen juntas en un par de planos lo que nos priva de un enfrentamiento amistoso que hubiera sido muy estimulante.
Ne te retourne pas, o No te vuelvas, peca de su excesiva complejidad. Se debe ver la película varias veces y prestar mucha atención para comprenderla. La trama no la vamos a explicar, pero la narración es demasiado confusa para seguirla con amenidad.
Ambas actrices salvan la película del olvido. De no aparecer en pantalla probablemente este título hubiera pasado muy desapercibido. Es su juego actoral lo que mantiene interés y en realidad la película se apoya exclusivamente en ellas dos. Sin ellas nada tendría sentido y no valdría prestarle la atención a este enrevesado largometraje.

Salvador Sáinz