XIU XIU (1998)


XIU XIU. Título original: Xiu Xiu. Año: 1998. China, Hong Kong, USA. Países: China, Hong Kong, USA. Dirección: Joan Chen. Interpretación: Lu Lu (Xiu Xiu), Qian Zeng (Li Chuanbel), Gao Jie (madre), Lopsang (Lao Jin), Li Zhizhen (jefe del cuartel general), Gao Qiang (vendedor ambulante), Qin Wenyuan (conductor motocicleta), Cao Jiong (Tres dedos). Guión: Yan Geling y Joan Chen; basado en una historia de Yan Geling. Producción: Joan Chen y Alice Chan. Música: Johnny Chen. Fotografía: Lu Yue. Montaje: Ruby Yang. Diseño de producción: Pan Lai. Dirección artística: Shiuyn Liu. Co-producción China-USA-Hong Kong; Good Machine / Whispering Steppes. Duración: 99 minutos.

La Revolución Cultural del presidente Mao Zedong (en otros tiempos conocido como Mao TseTung) fue objeto de una acrítica mitificación en occidente mientras se condenaban dictaduras de signo contrario. Es decir, todo aquello que era condenable durante el franquismo en cambio era objeto de veneración si lo ejecutaban dictadores de signo contrario como si por el mero hecho de poseer una etiqueta ya justificara toda clase de aberraciones políticas.
Es el mal del mundo de la política, que nunca busca la coherencia. La actriz Joan Chen, vista en El último emperador de Bernardo Bertolucci, mujer de gran talento, se adentra en estos tiempos turbulentos. Conocemos lo que fue la famosa Revolución Cultural desde dentro. Una de las mayores tragedias de la historia china en el siglo XX. Que los regímenes anteriores, el imperialismo hayan sido atroces no justifica los errores del presente que en muchos aspectos no tiene nada que envidiar a los autócratas que le precedieron.
Chen busca empero el intimismo, en las lejanas tierras chinas, unas grandes llanuras perdidas con una historia de amor y de amistad entre una joven, adolescente, y un maduro ex soldado castrado por los infortunios de la guerra.  
La talentosa Chen centra su historia con esos dos personajes perdidos en un inmenso paisaje de escaso relieve, una tierra árida y casi desértica que subraya su soledad y su impotencia ante unos hechos que les sobrepasan y les privan de toda posibilidad de realización.
Una buena película para aprender los recovecos de la historia moderna.

Salvador Sáinz