MI NOMBRE ES KHAN (2010)


MI NOMBRE ES KHAN. Título original: My Name Is Khan. Año: 2010. País: India. Director: Karan Johar. Reparto: Shahrukh Khan (Rizwan Khan), Kajol (Mandira), Yuvaan Makaar (Sameer), Zarina Wahab (Razia Khan, Madre de Rizwan), Tanay Chheda (Rizwan Khan, niño), Jimmy Shergill (Zakir Khan), Sonya Jehan (Haseena Khan), Parvin Dabas (Bobby Ahuja), Arjun Mathur (Raj Burman), Sugandha Garg (Komal), Sheetal Menon (Radha), Christopher B. Duncan (Barack Obama), Michael Arnold (Reese Garick), Kenton Duty (Reese Garick, niño), Umesh Tonpe (Sandip Chotala,la amiga de Rizwan), Dominic Renda (Mark Garrick), Katie A. Keane (Sarah Garrick), Harmony Blossom (Karma Girl), Arif Zakaria (Faisal Rahman), Vinay Pathak (Jitesh), Jennifer Echols (Mama Jenny), Adrian Kali Turner (Funny Hair Joel), Benny Nieves (Detective Garcia), Sumeet Raghavan (Agresor). Guión: Shibani Bathija, Niranjan Iyengar. Música: Shankar Ehsaan Loy. Fotografía: Ravi K. Chandran. Dharma Productions. Duración: 160 minutos. Romance. Drama | Drama romántico. Enfermedad. Terrorismo. 11-S. Discapacidad. Racismo. Síndrome de Asperger

Lo malo de padecer el síndrome de Asperger no es el trastorno en sí, que es siempre molesto, sino el trato que se recibe de las personas que se autoconsideran “normales” porque éstas son incapaces de comprender y de valorar a la gente que se rige por normas de conducta que no son las suyas.
En la película llamada Crazy in Love (2005) se da una imagen edulcorada del problema que poco tiene que ver con la realidad que es mucho más dura. El Asperger no ha sido muy tratado en cine todavía debido a que es un trastorno descubierto hace poco tiempo y es reciente su tratamiento. Lo que sí está claro que para algunos actores histriónicos es un bombón que les permite desmadrarse y realizar interpretaciones pretenciosas que a veces provoca irritación.
Afortunadamente Mi nombre es Khan no es un producto hollywoodense en busca de la comercialidad fácil, sino un melodrama sólido con una riqueza de matices que la hace interesante.
En la parte negativa tenemos en primer lugar un cierto recuerdo de Forrest Gump. En segundo la propaganda al presidente de los Estados Unidos y en consecuencia al sistema americano que deja mucho que desear y una interpretación desaforada del personaje central.
Pero en el otro lado de la balanza hay muchas virtudes en las que apoyarnos para defender dicha película. En primer lugar su pacifismo, su mensaje de tolerancia y una crítica velada al sistema americano que queda patente en la secuencia de la catástrofe del pueblecito de Georgia que había cogido por unos días a Khan. Los vecinos se quedan en la más pura miseria sin recibir ninguna ayuda por parte del Estado, ni del ejército estadounidense más preocupado en bombardear a gente inocente en otros lares del planeta.
De la intolerancia religiosa no se libra nadie ni siquiera los propios musulmanes, patente en la secuencia de un doctor que organiza una célula terrorista que Khan denuncia al FBI por lo que es considerado un traidor por los fanáticos de su religión.
El personaje central, un Asperger, vive su odisea de paz en busca de dirigirse cara a cara con el presidente de los Estados Unidos que en aquel tiempo fue el nefasto George Bush hijo que había obtenido su “prestigio” practicando la pena de muerte en el estado de Texas donde fue gobernador.
Nos encontramos unos Estados Unidos en donde el 11 de septiembre provoca un trauma nacional de profunda huella. La histeria antimusulmana que alcanzó a ciudadanos de origen hindú ajenos completamente al Islam.
La visión del Asperger es un tanto edulcorada pero no llega al extremo de la mentada Crazy in Love. Como se busca el taquillaje se incluye una historia de amor que a veces resulta fantasiosa. No se menciona para nada los prejuicios y el rechazo que sufren de forma injusta los Asperger en esta sociedad que hace de su “normalidad” una dictadura en la que no tiene cabida la gente que es distinta.
La película está muy bien narrada. El cine hindú alcanza ya niveles de calidad asombrosos pese al desconocimiento que se tiene del mismo en Occidente. Eso se traduce a que es una película de distribución deficiente pero que nunca decepciona a quien tiene la oportunidad de disfrutar de ella. Un cine sólido y contundente que en nada tiene que envidiar a las producciones hollywoodenses.

Salvador Sáinz