UNA PANDILLA ALUCINANTE (1987)


UNA PANDILLA ALUCINANTE.  Título original:  The Monster Squad. Año: 1987. País: Estados Unidos. Director:  Fred Dekker. Reparto:  Duncan Regehr  (Conde Drácula), Tom Noonan  (Monstruo de Frankenstein), Carl Thibault  (Hombre Lobo), Jonathan Gries  ( Hombre Lobo en forma humana), Tom Woodruff Jr.  ( Criatura de la Laguna Negra ), Michael MacKay  ( La Momia), André Gower (Sean ), Robby Kiger  ( Patrick), Brent Chale  ( Horacio), Ryan Lambert  ( Rudy ), Ashley Bank  ( Phoebe Crenshaw), Gabriel Dean ( Wiley "El Gusano").  Guión: Shane Black, Fred Dekker. Música: Bruce Broughton. Fotografía:  Bradford May.HBO / Keith Barish Productions / Taft Entertainment / TriStar. Duración:  82 minutos. Terror. Aventuras. Comedia. Adolescencia. Monstruos

Una película infantil con todos los monstruos Universal al completo. Una película digna de Famous Monsters of Filmland, una revista de cine fantástico que editaba James Warren en Nueva York y dirigía en Hollywood mi buen amigo Forrest J Ackerman y en la que yo ejercí de corresponsal español durante muchos años.
Podría hablar de nostalgia, pero yo no soy nostálgico de aquella época así que me voy a ceñir a la misma cinta que no es desagradable pero sí muy torpe.
Debemos de tener en cuenta de que está rodada para niños y para niñas. La industria cinematográfica se creen que ese público es poco inteligente y rueda tosquedades como la presente. Se puede aceptar pues como una obrita de serie B, torpona, con maquillajes de pena, actores desconocidos y una cierta ingenuidad que la convierten en graciosa.
Estamos muy lejos de las grandes obras del género, que por cierto no eran películas de grandes presupuestos, pero su falta de poesía que sí tenían la degradan artísticamente.
Actualmente está considerada una cinta de culto con la cual se es muy condescendiente. No es gran cosa ni pretende serlo. Es lo que quiere ser, una películita para niños, nada más. Su falta de pretensiones es precisamente su mejor baza. Todo lo demás es paja.
A muchos espectadores les despertará la vena nostálgica pero eso es un hecho circunsancial y comprensible. Nostalgia depende de la implicación sentimental que desprenda su revisión. Unos la amarán y otros la odiarán. Como espectáculo infantil es impecable.

Salvador Sáinz