VIENTO EN LAS VELAS (1965)

Viento en las velas es una buena muestra de un inteligente humor británico. Alexander Mackendrick (8 de septiembre de 1912 - 22 de diciembre de 1993) fue un director de cine estadounidense de origen escocés. No rodó muchas películas pero las que rodó fueron interesantes: El hombre vestido de blanco (The Man in the White Suit) 1951: Mandy (Mandy) 1952; La bella Maggie (The Maggie) 1954; El quinteto de la muerte (The Ladykillers) 1955; Chantaje en Broadway (Sweet Smell of Success) 1957; Sammy (Huida hacia el sur) (Sammy Going South) 1963; Viento en las velas (A High Wind in Jamaica) 1965; No hagan olas (Don't Make Waves) 1967.
Acabó su carrera como profesor:"No estaba preparado para todos los problemas logísticos y financieros, y las productoras me decían las películas que tenía que hacer. Al final, me di cuenta que era mucho más feliz dando clases que haciendo películas. En Hollywood descubrí que para hacer películas, tienes que ser un gran negociador. Y yo no sirvo para esto. Me di cuenta que es un mal negocio". No fue un director cómodo para la industria del cine, la mayoría de su obra no la realizó en su país sino en los Estudios Británicos lo que en cierto modo limitó su difusión.

Viento en las velas es una película de piratas que se sale del camino de lo trillado. Se produce al principio un abordaje pero el cargamento es de lo más inesperado: niños. Niños que viajan en un barco para iniciar un curso escolar.
Toda la cinta muestra la difícil convivencia de los piratas, no tan malos como se les suele mostrar en las películas del género, y los muchachos que no son tan inocentes. Toda la sutil ironía hace su aparición ya que los pobres piratas viven calamidades inesperadas, su botín es todo un peligro peor que la armada inglesa o la española.
Una visión poco complaciente al mundo infantil, basado todo en una ironía sutilmente inglesa. Apoyados por un excelente reparto del que sobresalen el todoterreno Anthony Quinn, gran especialista en papeles étnicos, y James Coburn.

Salvador Sáinz