¿QUÉ TAL, PUSSYCAT? (1965)

¿Qué tal Pussycat? o ¿Qué tal, gatita? es una película que tiene su pequeña historia. Fue prohibida en su día por la censura franquista, indignando a los lectores habituales del Consultorio de Fotogramas, entonces una institución cinéfila, que publicaron tantas cartas reivindicando su estreno que la censura acabó por transigir y ceder.
Ese hecho provocó que de esta película se tuviera una opinión mitificada, pero el franquismo ya ha pasado a la historia y en algunos casos al olvido, y los condicionamientos históricos no son los mismos quedando pues la película desnuda, desprovista de su aura mitificadora.
En la actualidad se ve que todo aquello que en su día pudiera considerarse transgresor en la actualidad resulte insulso y aburrido.
Gajes del paso del tiempo que resulta implacable condenando a la obsolescencia a toda película que fue valorada por elementos extracinematográficos.

En la actualidad, la película de Donner, en la que debutó Woody Allen, en la actualidad una figura icónica, se ve desfasada, deslavazada y de un humor carrinclón. En otras palabras, una absoluta tontería que no tiene ninguna gracia. ¡Qué golpe más duro para nuestra memoria cinéfila! Ese tipo de cine alocado, pop art, con unos títulos de créditos con dibujos de colorines, argumento incoherente que en su día era considerado subversivo ya no funciona y decepciona lamentablemente a pesar del brillante reparto internacional que interviene en el filme.
Es lo que hay, lástima. Mucha nostalgia y poco cine.

Salvador Sáinz