EL AMANTE BILINGÜE (1992)


EL AMANTE BILINGÜE. Año: 1992. País: España. Director: Vicente Aranda. Reparto: Imanol Arias (Juan), Ornella Muti (Norma), Loles León (Vicenta), Javier Bardem (Limpiabotas), Joan Lluís Bozzo (Valls Verdú), Pep Cruz (Cuxot), Arnau Vilardebó (Serafín), Ricard Borràs (Lobo), Jordi Dauder (Feisal), Eufemia Román (Caperucita), Sara Sanders (Doncella negra), Julieta Serrano (Madre de Juan), Fernando Guillén Cuervo, Fernando Guillén (Fotógrafo), Maribel Verdú (Chica violín), Carla Lombardi (Hada), Blanca Apilánez (Carmen), Esperanza Grases (Abuela), Javier Gómez (Policía uniforme), Felipe Hita (Policía paisano). Guión: Vicente Aranda (Novela: Juan Marsé). Música: José Nieto. Fotografía: Juan Amorós. Lolafilms / Cartel / Sogpaq / Atrium Productions. Duración: 100 minutos. Drama.

El sobrevalorado Vicente Aranda acomete la adaptación cinematográfica de esta famosa novela de Joan Marsé sobre la burguesía catalana, una burguesía catalanista, nacionalista, ilustrada y rica.
Al material literario le falta consistencia. El guión hace aguas por todas partes, pero los actores están todos muy convincentes. Aparecen los más importantes de nuestra escena faltaría más.
Imanol Arias compone el personaje de un “xarnego”, un inmigrante de origen español, que en Cataluña está mal visto por parte de esa burguesía presuntuosa. Ni Joan Marsé ni Vicente Aranda simpatizaron con los ideales nacionalistas, no se identificaron con sus postulados.
Aranda tuvo que marcharse a Madrid para desarrollar toda su carrera, incómodo con la situación. Cinematográficamente Barcelona es un desastre. Su situación política ha convertido en prioritaria las apariencias, los símbolos identitarios, la recuperación de un idioma que convive en el mismo espacio con otra que es de las más extendidas en el planeta.
Una burguesía económicamente fuerte, arrogante y pretenciosa con la que es difícil convivir. Al mismo tiempo es inmadura y contradictoria.
El personaje central es Norma (la italiana Ornella Muti), una burguesa barcelonesa de buena familia que es funcionaria de unas oficinas al servicio de la llamada normalización lingüística. Una mujer que se encama con esos seres que en teoría desprecia, los xarnegos proletarios de escasos recursos y que hablan el idioma del enemigo (la burguesía española, su rival).
El personaje de Imanol Arias, rebotado por la infidelidad de su esposa, que le planta, parece en cierto modo inspirado en esos atormentados personajes del cine fantástico como el hombre inviable y el fantasma de la opera. Pero el conjunto es inconsistente y la película es endeble.
Las secuencias eróticas muestran las obsesiones erotómanas de Aranda, muy propias de ciertos creativos españoles. Es cuestión de sangre caliente propia de los ciudadanos nacidos en países mediterráneos. Tal vez sea eso lo más agradable de este metraje poco útil.

Salvador Sáinz