LA COMUNIDAD (2000)

Concha de Plata a la mejor actriz para Carmen Maura
Goya a la mejor actriz protagonista a Carmen Maura
Goya al mejor actor de reparto para Emilio Gutiérrez Caba
Goya a los mejores efectos especiales para Félix Bergés, Raúl Romanillos, Pau Costa y Julio Navarro
Fotograma de Plata a la mejor película
Fotograma de Plata a la mejor actriz de cine para Carmen Maura
Unión de actores a la mejor interpretación protagonista de cine para Carmen Maura
Unión de actores a la mejor interpretación secundaria de cine para Emilio Gutiérrez Caba
Unión de actores a la mejor interpretación de reparto de cine para Terele Pávez
Círculo de escritores cinematográficos a la mejor actriz para Carmen Maura
Círculo de escritores cinematográficos al mejor actor secundario para Emilio Gutiérrez Caba
Círculo de escritores cinematográficos al mejor montaje para Alejandro Lázaro

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Alex de la Iglesia es uno de los cineastas más imaginativos del cine español, aunque su carrera sea irregular porque algunos de sus títulos son bastante discutibles. El que nos ocupa es uno de los mejores. Una mirada ante una de las clases sociales más terroríficas que existen: las comunidades de vecinos. Algo que se nos puede antojar próximo y lejano al mismo tiempo.
Gentes que viven en tu misma escalera, en tu mismo rellano, pero que a menudo son auténticos desconocidos.
Esa vecina lunática que se desahoga espiando a sus convecinos, que siempre mira por la mirilla de la puerta para enterarse de quien entra y de quien sale, que todo lo quiera saber aunque no sea de su incumbencia.
Esa sociedad secreta compuesta por cotilas descerebrados, de personas impertinentes y a veces desagradables que siempre se sienten molestos por los pequeños e insignificantes detalles y que se dedican hacerte la vida imposible por envidia o estrechez intelectual.
En la mayoría de las películas llamadas “fantásticas” o de “terror”, el elemento perturbador es de origen diabólico, como un vampiro o un hombre lobo. Pero Alex de la Iglesia contradiciendo a Gerard Lenne convierte a unos personajes extremadamente cotidianos como son una comunidad de vecinos como elemento perturbador en vez de un monstruo con elementos metafísicos.
En La comunidad el elemento perturbador no es algo extraordinario como un vampiro, por ejemplo, sino algo ordinario, como una sencilla comunidad de vecinos algo descerebrados y horteras. Esa gente insufrible que muchos padecemos. Esos metomentodos, esos cotillas siempre a la caza de cualquier incidencia para esparcir a los cuatro vientos sus embustes y hurgar en nuestras intimidades.
El reparto es extraordinario, incluso Emilio Gutiérrez Caba, prota de películitas como Porno: situación límite junto a Carla Dey,  está bien porque Terele Pavez, Carmen Maura y Sancho Gracia bordan sus personajes. Una planificación imaginativa que en cierto modo recuerda la sombra alargada del gran Alfred Hitchcock. Alex de la Iglesia, al igual que su tío Eloy, redimieron al cine de género de la caspa al que estaba abocado por décadas de bodrios infumables
Una realización sólida con escasas estridencias propias del cine venido desde Hollywood. Un cine fantástico auténticamente español que huye del subproducto casposo y ridículo. En fin, toda una joya que irritó a muchos frikkies pero que el tiempo ha convertido en cine de culto para cinéfilos de todas las edades.

Salvador Sáinz