EL ALMIRANTE (2008)

Aleksandr Vasílievich Kolchak , (San Petersburgo, 5 de noviembrejul./ 17 de noviembre de 1874greg.1 de 18742 3 – Irkutsk, 7 de febrero de 19204 ), fue un marino, militar y explorador del Ártico ruso, líder del movimiento antibolchevique conocido como Movimiento Blanco durante la Guerra Civil Rusa.
La película, basada en hechos reales, narra la celebre historia de amor entre Kolchak (explorador en el océano Ártico y almirante durante la Primera Guerra Mundial) y Anna Timireva, esposa de uno de sus subalternos. Esta relación atraviesa la parte final del Imperio, el gobierno provisional ruso de Kérenski la guerra civil. La acción va de 1916 a 1920.El rodaje duró más de dos años. Moscú, San-Petersburgo, Sebastopol, Torzhok Irkutsk... son algunas de las ciudades donde el rodaje tuvo lugar.
Anna Timireva, el personaje principal, participó en 1964 en la película Sergéi Bondarchuk, Guerra y paz, un título altamente recomendable, detalle que se comenta al final de la cinta que nos ocupa.
El almirante tuvo un éxito arrollador en Rusia, mucho menos en el resto del mundo porque no nos hemos visto afectados por un sistema político absurdamente mitificado en Occidente.
Nombrar a Kolchak en la extinta Unión soviética era como nombrar al Duque de Alba en los Países Bajos, fue el general que lideró las topas zaristas, blancas, contra el ejército soviético. Sin embargo en su carrera militar me encuentro con algunas contradicciones.
Al estallar la Revolución de Octubre, los soviéticos ordenaron asesinar a los altos mandos según cuenta la película y Kolchak colabora con el nuevo régimen, el Gobierno Provisional de Kerensky posterior derrocado por la segunda y definitiva Revolución de Octubre del mismo año. ¿Colaboró con el gobierno que provocó el asesinato de sus compañeros de armas y después se convierte en su jefe para derrocar a los nuevos gobernantes?
Al vencer el comunismo y prolongar su autoridad a lo largo de siete décadas, el almirante estaba poco menos que proscrito. Sin embargo al caer el sistema comunista se ha producido una reivindicación del pasado zarista.
El público ruso ha acudido en masa para recuperar una parte de su historia que le había sido escamoteada, como está sucediendo actualmente en España y la ley de la memoria histórica en la que se denuncia sólo una parte de lo acontecido y no la totalidad de los hechos.
Los soviéticos y también los blancos cometieron muchas atrocidades en la guerra civil rusa, lo mismo pasó durante la Revolución mexicana, y como no, en la pasada Guerra Civil española. Siempre se denuncia una parte de los crímenes pero jamás la totalidad dejando a cada cual a su sitio.
Por lo que respecta a la película, presuntamente espectacular, queda claro que el director pierde los papeles. La historia de amor es demasiado seca, a pesar de contar con una actriz tan sugestiva como Elizaveta Boyarskaya. El conjunto apenas emociona. Todo es demasiado frío, lejos estamos de El doctor Zhivago de David Lean o de Guerra y Paz de Sergéi Bondarchuk, toda una lección de cine épico mostrando la grandeza del ejército y el pueblo ruso.
Cuenta algunos hechos históricos pero no saca partido de ellos, todo es narrado de forma atropellada y es lástima que no hayan sacado mayor partido a un espectáculo que podría haber sido importante.

Salvador Sáinz