EL BUFÓN DE LA CORTE (1956)

1.- También el tonto tiene a veces inteligentes pensamientos, sólo que no se entera.
2.- Sé pacífico; no vengarse puede ser también una forma de venganza.
3.- Los especialistas son aquellas personas que saben cada vez más sobre menos, hasta que finalmente saben todo sobre nada y nada sobre todo.

Danny Kaye

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Danny Kaye, de verdadero nombre Daniel David Kaminsky ((18 de enero de 1913 – 3 de marzo de 1987)) fue un polifacético actor, cantante y bailarín. Estuvo casado con Sylvia Fine (29 de agosto, 1913, Brooklyn, Nueva York – 28 de octubre, 1991, Nueva York ciudad), autora de las letras de sus parodias.
Fue un actor muy querido en su tiempo, pero su éxito es mucho mayor en los países anglosajones que en el resto del mundo debido a que Danny Kaye pertenece a esa clase de actores que al ser doblados pierden su gracia. Sobre todo en los doblajes españoles que convierten a sus personajes en seres atontados cuando en realidad no lo son. Kaye fue un hombre inquieto pero tranquilo, pacifista, activista a favor de la paz que participó en múltiples actividades humanitarias para la Unicef.
Es un misterio porque su labor aún no ha sido reivindicada en nuestro país (y el resto del mundo hispanohablante) pero para mí es una figura más que interesante y en su obra nos encontramos con exquisitas interpretaciones, una filmografía tal vez desigual pero que cuenta con muy buenos títulos como El bufón de la corte. Ambientada en una Edad Media colorista, decorados de cartón piedra, y una trama algo maquiavélica en donde nos encontramos al mejor espadachín de Hollywood, Basil Rathbone, gran Sherlock Holmes, cuya imagen es siempre asociada al genial detective, y rival de los espadachines hollywoodenses como Errol Flynn. Precisamente en esta película se parodia el famoso duelo final de estas películas de capa, espada y adarga con una pelea de Kaye contra Rathbone quien llegó a declarar que “Kaye estaba más dotado para la esgrima que Flynn” si tenemos en cuenta lo complicada que es la interpretación del susodicho duelo en esta cinta humorística. El falso bufón que interpreta el genial pelirrojo cambia de personalidad, a causa de un hechizo, con un chasquido de dedos y eso provoca que en el combate, su personaje se convierta de repente en un patán o en un virtuoso de la esgrima provocando desconcierto en el adversario.
Tenemos además algunos números musicales muy típicos de Kaye, escritos por su esposa, que tienen mucha gracia pese a la barrera del idioma para quien no entienda el inglés. Para postre su pareja es Glynnis Johns, gran actriz de comedia de la escena y el cine británico, más algunos secundarios de postín como Angela Lansbury, Cecil Parker, Mildred Natwick y por supuesto John Carradine.
Una excelente comedia de la que recomiendo especialmente la versión original en la que Danny Kaye es el verdadero Danny Kaye, un todoterreno del mundo del espectáculo.

Salvador Sáinz