TO THE WONDER (2012)


TO THE WONDER. Año: 2012. País: USA. Dirección y guion: Terrence Malick. Interpretación: Ben Affleck (Neil), Olga Kurylenko (Marina), Rachel McAdams (Jane), Javier Bardem (padre Quintana). Producción: Sarah Green y Nicolas Gonda. Música: Hanan Townshend. Fotografía: Emmanuel Lubezki. Montaje: A.J. Edwards, Keith Fraase, Shane Hazen, Christopher Roldan y Mark Yoshikawa. Diseño de producción: Jack Fisk. Vestuario: Jacqueline West. Distribuidora: Vértigo Films. Estreno en USA: 12 Abril 2013. Estreno en España: 12 Abril 2013. Duración: 113 min. Género: Drama, romance.

En una época en que predomina la producción estándar y un idéntico patrón narrativo, el cine de Terrence Malick (Waco, Texas, Estados Unidos, 30 de noviembre de 1943) sobresale por su originalidad. Una prosa cinematográfica que estuvo a punto de hundir su carrera con Días del cielo (Days of Heaven, 1978), cuyo fracaso comercial pero no artístico, le llevó a un parón de veinte años.
Afortunadamente El árbol de la vida (2011), Palma de Oro en Cannes, le volvió a colocar en primer línea con una obra absolutamente desconcertante y apta exclusivamente a paladares cinéfilos muy exigentes. Es decir, que se trata de un autor poco accesible para el gran público.
To the Wonder (2012) sigue una línea similar. Un estilo de realización distinto. Malick no nos cuenta su relato, una historia de amor y desamor, de forma lineal sino a través de retazos inconexos, o aparentemente inconexos, de vida.
Cuenta con el concurso de un importante acto de Hollywood, actualmente en la cresta de la ola, que es Ben Affleck, aunque particularmente me he sentido más interesado por el resto del reparto como la magnética Olga Kurylenko (Marina), la siempre sensual Rachel McAdams (Jane) y un distinguido Javier Bardem en el papel de un sacerdote católico.
Malick muestra interés por la espiritualidad pero también es crítico con la misma. Esa presencia constante de una iglesia católica, en una época en que el materialismo se está convirtiendo en la fe o falta de fe dominante,  su discurso, sus consideraciones sobe el devenir de la humanidad, van contracorriente. También es crítico porque la rigidez de la iglesia provoca infelicidad en la protagonista femenina, una mujer divorciada que no se puede casar por la iglesia ya que ésta no reconoce el divorcio y ve ilegal y pecaminoso que rehaga su vida con otro hombre.
Las imágenes son fascinantes. Tal vez su proyección sea excesiva, dos horas, pero a quien suscribe no se le hicieron pesadas.
El mundo de Malick es siempre muy personal, muy suyo, y un ejemplo de auto que no sigue las modas imperantes y se convierte en un oasis creativo en un inmenso océano de conformismo narrativo.

Salvador Sáinz