DOS MAS DOS (2012)

Dos más dos de Diego Kaplan fue la más exitosa comedia argentina del año pasado, razón por la cual llega a nuestras carteleras españolas en donde es raro tener la oportunidad de visionar películas de países latinoamericanos. Por otra parte supone una noticia triste, la última película que distribuirá Alta Classic, la distribuidora de cine independiente que gestiona Enrique González Macho, víctima de las nuevas leyes del gobierno que tiene todo el derecho del mundo a pisotear a sus ciudadanos cuando les venga en gana y éstos no tienen derecho siquiera a protestar.
En fin, dejémoslo. La película de Kaplan trata del tema del intercambio de parejas, dos cirujanos amigos desde hace mucho tiempo y sus respectivas esposas deciden un día vivir esa aventura sexual que la película ve como algo extravagante.
Hay gente que tiene esas costumbres y no deben ser valoradas bajo un prisma moralista porque cada cual tiene derecho a hacer de su vida lo que les plazca.
La trama de la película gira alrededor de la ruptura de la norma. Es decir que esta sociedad está establecido que se viva en pareja monogámica y otra forma no es aceptada. El intercambio de parejas, la pareja abierta, como alternativa a la monogamia, es considerado un hecho insólito y no un pasatiempo de gentes con posibles que acostumbran a divertirse de esa manera. Es su derecho tanto si gusta como si no.
El estilo narrativo de Kaplan me recuerda la comedia española de los ochenta con directores como Fernando Colomo o Fernando Trueba. Películas de interpretación espontánea, carentes de ritmo, un tanto monocordes. Las comedias en países latinoamericanos o de la propia España en el pasado caían en la fácil chabacanería, el aspaviento y la chanza. Esa nueva comedia representa la sofisticación, la ausencia de recursos vulgares pero por otra falta la narración es poco ágil y divertida.
El éxito está basado en la novedad del tema, novedad en el país de origen. En realidad me recuerda Bob, Carol, Ted y Alice (1969) que intentaba un tema similar. En ambos casos los resultados son semejantes. Un triunfo de la visión conservadora de la vida y de la pareja. Los discursos tratan de la incapacidad de romper o transgredir la moral imperante, de subvertir la norma a causa de los propios miedos. Es esa clase de personas que desean una vida distinta pero no son capaces de hacer anda para conseguirla porque les da miedo intentarlo. Son como esos canarios a los que se les abre la jaula para que escapen y no lo hacen por tener miedo a lo que se encuentran afuera.
La factura es más que correcta y los actores están francamente bien.

Salvador Sáinz