LOL (2012)

Nos encontramos con una paradoja ue en los últimos años va siendo habitual. Una película, en este caso europea, triunfa en taquilla. Nos referimos a Bienvenido al  mundo de Lol (2008) dirigida por Lisa Azuelos (la hija de la cantante Marie Laforet)  con Sophie Marceau y Christa Theret. Una película que está basada en hechos reales, en la vida cotidiana de los liceos franceses, parisinos, con su peculiar léxico a base de palabras malsonantes como si echaran sulfuro por la boca. Los primeros amores, los primeros desengaños. El título original LOL (Laughing Out Loud) tiene doble sentido, es como llaman a la protagonista, Lola, y su traducción literal es algo así como “muertos de risa”.
La fórmula funcionó a las mil maravillas, aunque a los espectadores más conservadores les sentó como un tiro en la sien. Los americanos, como es su costumbre, decidieron rodar un remake en inglés americano que es distinto del británico.
Miley Cyrus, ávida de sacarse de encima la ñoña imagen de niña Disney, se apuntó con entusiasmo al proyecto aunque es ya mayor para el papel porque la adolescencia ya la ha dejado muy atrás. Desde que se terminó su serie de televisión, la joven actriz anda perdida en busca de su imagen ya que no sabe cómo encontrar la adecuada.
El remake se estrelló en taquilla, pero Miley en Twitter reitera que no se arrepiente de haber rodado la película en la que puso todo su amor.
Vista la película en versión original, hablada en gringo, se han reducido las expresiones malsonantes, apenas fuman porros como en el original, pero el guion es un calco completo de la versión original. Si la chica francesa Christa Theret sonaba con una voz dulce, una mirada tierna de pajarillo asustado, en cambio la de Miley parece la imagen de la hija de un boxeador sonado que voz algo ronca, cuando habla parece que masca chicle.
La madre es Demi Moore. Pretendido sex symbol americano, pero que sin embargo no tiene el atractivo de Sophie Marceau. Si el filme original es creíble, el remake ya no tanto. La foto de una es nítida, luminosa, en cambio en el remake es oscura y triste.
Toda la película gira alrededor de los problemas de madre e hija, en la versión original incluso se bañan juntas. No en la americana porque como dice Miley Cyrus, el público de su país no lo entendería. El guión es el mismo, la directora es la misma pero los resultados son adversos. El casting es diferente, evidentemente. Los adolescentes franceses dan paso a unos colegiales que parecen haberse escapado de una academia de modelos.
Toda la trama central se apoya en las relaciones madre-hija, la falta de comprensión entre ambas. La primera una mujer recién divorciada que intenta rehacer su vida, buscar una segunda oportunidad. La hija en cambio está abriendo los ojos, para ella todo es nuevo y a veces la falta de experiencia le juega una mala pasada. Se confiesa en un diario en donde exagera su vida íntima, un diario que cae accidentalmente en poder de la madre que al leerlo descubre que su hija para ella es una completa desconocida. Sin embargo la falta de comprensión es mutuo.
La película se estrelló con estrépito y su distribución ha sido marginal. No tan mala como se ha dicho pero inferior a la original. Es lástima que Miley Cyrus no encuentre su sitio en la industria del espectáculo. Intenta ser una bomba sexy pero le falta consistencia. Algo que podríamos llamar “knack” (gancho) o atractivo en castellano.

Salvador Sáinz