SUPERMAN: SIN LÍMITES (2013)


SUPERMAN SIN LIMITES. Título original: Superman: Unbound. Año: 2013. Director: James Tucker. Dibujos animados. Guión: Bob Goodman, Jeoff Johns (Cómic: Geoff Johns, Gary Frank). Música: Kevin Kliesch. Warner Bros. Animation / Warner Premiere / DC Comics. Duración 75 minutos. Animación. Ciencia ficción. Acción | Superhéroes. Cómic. DC Comics

Adaptación de ‘Superman: Brainiac‘, saga de Geoff Johns y Gary Frank, aunque las tramas de la presente cinta de animación ya me las conocía por los comics de los años setenta con Braianac, la reducida Ciudad de Kandor, Supergirl.
El problema de los filmes de superhéroes y de sus mismos comics es la saturación del mercado que ha provocado una sucesión de sucedáneos grotescos como presentar mundos paralelos y refritos por lo que sus personajes más genuinos han ido perdiendo su esencia.
Por ese motivo aparecen los “reboots” o “reinicios” para eliminar tanta incoherencia.
Supermán: Sin Límites, aunque nos la vendan como una saga de Geoff Johns y Gary Frank de reciente edición, ya nos era conocida por cómics ya clásicos en mejores tiempos. Que no nos den gato por liebe, la historia no es original.
Cuando leí dicho cómic, el genuino, se me ocurrió que podría haber sido una buena película y ya se intentó a principios de los ochenta tras el estreno de Superman II, utilizar esta base con Braianac y Supergirl en la tercera entrega de la serie pero tal ve por problemas económicos o por falta de visión que el proyecto se canceló apareciendo entonces Superman III y Supergirl que tuvieron poca resonancia.
El personaje de Supergirl fue estropeado por la mala política editorial de DC Comics, la mataron en Crisis en Tierras infinitas, sacaron una sosias muy extraña que no cuajó, y finalmente conoció un reinicio más afortunado. Por cierto el nuevo uniforme pretende ser sexy, pero yo prefiero el clásico.
En el telefilme que nos ocupa, de muy modesta producción, nos la volvemos a encontrar actuando junto a Superman en contra del malvado de turno, un extraño tipo que se dedica a reducir ciudades para coleccionarlas.
Una historia que bien llevada al cine podría haber dado resultado. Nos tenemos que conformar con este modesto telefilme de pocas ambiciones industriales y una animación endeble. Es un producto simpático nada más. Se ve con agrado, no molesta. Pero no saca partido de su historia. Tal vez en un futuro sea posible una buena producción con este tema.

Salvador Sáinz