EL LOBO DE WALL STREET (2013)


EL LOBO DE WALL STREET. Título original: The wolf of Wall Street. Año: 2013. País: USA. Dirección: Martin Scorsese. Reparto: Leonardo DiCaprio (Jordan Belfort), Jonah Hill (Donnie Azoff), Matthew McConaughey (Mark Hanna), Kyle Chandler (Patrick Denham), Jean Dujardin (Jean-Jacques Saurel), Margot Robbie (Naomi), Jon Favreau (Manny Riskin). Guion: Terence Winter; basado en el libro de Jordan Belfort. Producción: Martin Scorsese, Leonardo DiCaprio, Riza Aziz, Joey McFarland y Emma Koskoff. Música: Howard Shore. Fotografía: Rodrigo Prieto. Montaje: Thelma Schoonmaker Powell. Diseño de producción: Bob Shaw. Vestuario: Sandy Powell. Distribuidora: Universal Pictures International Spain. Estreno en España: 17 Enero 2014. Duración: 180 min. Género: Biopic, comedia dramática.

No es un secreto que estamos viviendo una profunda crisis económica y de valores en el mundo occidental, los países llamados del primer mundo o capitalistas. De hecho los otros mundos también pertenecen a tan odioso sistema económico político, no es un secreto.
El capitalismo, el sistema de libre empresa que en realidad no es tan libre porque está dominado por el más fuerte y el más poderoso que impone su cruel ley al más débil. Es sabido la gran cantidad de familias que viven en la actualidad en la miseria, pero el cine nunca nos muestra el rostro de aquellos que generan esa radical pobreza y nada sabemos de quienes son nuestros verdugos.
El lobo de Wall Street nos acerca a ellos. Martin Scorsese nos los muestra como unos seres depravados, alocados, indignos que se decían a emborracharse y a colocarse droga por el cuerpo. Gente, más bien gentuza, que va por el mundo pisoteando a quien se pone por delante. Gente que organiza orgías y fornica en público sin ningún pudor.
Scorsese arremete contra ellos y los deja ko. No olvidemos que estamos ante una cinta de Hollywood, seguramente producida por la gente que aparece en la película. Esa gente con tal de hacer dinero es capaz de todo, autocriticarse y mostrar sus vergüenzas en público.
Cineasta católico, el auto de Taxi Driver nos muestra a Wall Street como una nueva Babilonia con déspotas depravados que sólo saben adorar al dios Moloch del capital.
El ritmo de la película es frenético, nunca decae y Leonardo Di Carpio está que se sale. Compone un tipo odioso y salido.
Se le ha acusado a la película que nos ocupa de machista porque nuestros brokers se pasan el día con furcias a las que tratan sin ningún miramiento, con desprecio y lascivia. Sin embargo yo no lo veo así. Una cosa es mostrar un mundo machista y otra muy distinta rodar una película machista.
Scorsese no glorifica las aventuras sexuales de los brokers, sino que los pone en la picota. Uno sale de la sala de proyección muy disgustado e inquieto. ¿Cómo es posible que esa escoria tenga el mundo en sus manos? Algo que muchos nos deberíamos poner a reflexionar.

Salvador Sáinz