300. EL ORIGEN DE UN IMPERIO (2014)


300: EL ORIGEN DE UN IMPERIO. Título original: 300: Rise of an empire. AKA: 300: Battle of Artemisia. Año: 2014. País: USA. Dirección: Noam Murro. Reparto: Sullivan Stapleton (Temístocles), Eva Green (Artemisia), Lena Headey (reina Gorgo), Rodrigo Santoro (Jerjes), Andrew Pleavin (Daxos), David Wenham (Dilios), Hans Matheson (Aeskylos), Callan Mulvey (Escilias), Jack O’Connell (Calisto). Guion: Kurt Johnstad y Zack Snyder; basado en la novela gráfica “Xerxes”, de Frank Miller. Producción: Mark Canton, Bernie Goldmann, Deborah Snyder, Gianni Nunnari, Zack Snyder y Thomas Tull. Música: Junkie XL. Fotografía: Simon Duggan. Montaje: Wyatt Smith y David Brenner. Diseño de producción: Patrick Tatopoulos. Vestuario: Alexandra Byrne. Distribuidora: Warner Bros. Pictures International España. Estreno en España: 7 Marzo 2014. Duración: 102 min. Género: Bélico, acción.

Para mí hay dos clases de películas, las originales que suelen sorprender y ser de gran calidad, y las secuelas. Secuelas no sólo de continuar un argumento sino de copiar un estilo. Se aprovecha del éxito de una película para generar una franquicia de refritos que nada aportan al original, como es el caso que nos ocupa.
300, el origen de un imperio  está basado en una película muy famosa, 300, un gran éxito comercial y artístico, una película de culto. En teoría debería ser una continuación pero en realidad cuenta acontecimientos paralelos a la de la primera cinta.
Reaparecen, con más medios, escenas navales de gran impacto visual pero el guión es mucho más endeble. Si 300 tenía una historia sólida, esta secuela carece de unidad y es muy confusa de desarrollo.
En la parte positiva tenemos las escenas navales, impresionantes, y sobre todo la aparición de Eva Green como Artemisa, una mujer general. Lena Headey, la reina Gorgo de la primera entrega, le da la réplica.
Ambas son lo mejor sin duda de este espectáculo en donde falta un personaje carismático como en la anterior.
El Temístocles de Sullivan Stapleton es muy poco memorable, carecen de personalidad. Tal vez por culpa de un guión desorientado. Porque la película en realidad no es más que una operación mercantil para que la gente vaya al cine atraídos por el recuerdo de su antecesora.
Eva Green se erige fácilmente como la reina de la fiesta aunque nadie se cree que el ejército persa coloque como comandante a una mujer, algo completamente insólito que sólo aparece en relatos de fantasía.
La crítica, sobre todo los historiadores, fueron severos en la parte histórica del precedente film y lo serán mucho más en el presente. La sociedad espartana era muy poco democrática, muy esclavista y todo lo contrario de un país libre, al contrario fue un país imperialista y colonizador con una vida militar dura. Un país de guerreros como deja claro la propia 300.
En cambio en la secuela los espartanos son dejados de lado y tratados de díscolos, de personajes obsesionados con una muerte gloriosa para pasar a la historia.
Estamos ante una película de consumo, no un filme original como he apuntado antes. En este sentido cumple con su cometido. Tal vez se rueden más secuelas si éstas dan beneficios pero dudamos mucho de que aporten aspectos interesantes al tema de la Grecia clásica. Al menos debemos agradecer que no nos vistan a los griegos con atuendos frikkies como es habitual en ciertos títulos modernos como la inenarrable Los inmortales o la decepcionante Ira de titanes.

Salvador Sáinz