LOS ODIOSOS OCHO (2015)

LOS ODIOSOS OCHO. Título original: The hateful eight. Año: 2015. País: USA. Dirección y guion: Quentin Tarantino. Reparto: Samuel L. Jackson, Kurt Russell, Jennifer Jason Leigh, Bruce Dern, Tim Roth, Demian Bichir, Walton Goggins, Michael Madsen, Dana Gourrier, James Parks, Channing Tatum, Zoë Bell, Lee Horsley, Gene Jones, Keith Jefferson, Craig Stark, Belinda Owino. Música: Ennio Morricone. The Weinstein Company / Double Feature Films / FilmColony. Estreno en España: 15 Enero 2016. Duración: 167 minutos. Género: Western.

Las películas de Quentin Tarantino suelen provocar controversias. Es su sino, qué le vamos hacer. Cineasta irregular capaz de lo mejor como de lo peor, escenas repletas de diálogos baldíos que ralentizan la acción. En Los odiosos ocho, que nada tiene que ver con su anterior western Django desencadenado (2012), resucita el glorioso sistema Ultrapanavisión 70 mm para utilizarlo en un filme claustrofóbico con una serie de personajes charlando sin parar.

Nos encontramos ante un título de excesiva duración, algo tedioso, que igual te entusiasma como puede irritarte. Los personajes son poco atractivos y la trama algo banal.

No estamos ante un western de raza. Nada que ver ni con John Ford, ni con Sam Peckinpah, ni siquiera con Sergio Leone. Cineastas míticos y entrañables. Con Tarantino entras en su juego o no entras.

Para muchos es un cineasta frikkie, gratuito, sobrevalorado, para otros un genio. Los odiosos ocho es un filme que transcurre en un lugar cerrado, aislado por la nieve. Los personajes no paran de hablar. Te caen bien, te caen mal, te resultan indiferentes. Las conversaciones son eternas y aparece el tedio. Habrá quien se entusiasme por esta forma de rodar, pero no es mi caso. Lo siento.

Esperaba más de este filme y me siento decepcionado. Un protagonista negro (por mi excelente Samuel L. Jackson) es el protagonista del western. Un mayor del ejército estadounidense después de la Guerra Civil estadounidense, algo improbable, pero en Hollywood se han inventado las cuotas para dar trabajo a los actores afroamericanos. Eso resulta políticamente correcto pero históricamente falso. No obstante el personaje no inspira ninguna simpatía al igual que los demás odiosos (aunque preferiría llamarlos tediosos).

Algunos apuntes homosexuales adornan la trama, el pistolero negro obliga hacerle una felación a uno de sus prisioneros en un recuerdo del pasado, apuntes ya vistos en otros filmes como Pulp Fiction. Tarantino repite sus cichés una vez más. Una película más para fans que para cinéfilos. Cada cual puede reaccionar como quiera. Los odiosos ocho o los amas o los odias. Así de sencillo.

Salvador Sáinz