EL ZAR (2009)

Ivan el Terrible es tal vez el zar más popular de la historia, a excepción de Nicolas II que fue fusilado con toda su familia por los bolcheviques.
Iván IV Vasílievich (ruso: Иван IV Васильевич), llamado Iván el Terrible (Kolómenskoye, Rusia, 25 de agosto de 1530 - Moscú, 18 de marzo de 1584) zar de Rusia (1547-1584). Considerado uno de los creadores del estado ruso.
En 1944 Sergei M. Eisenstein rodó Iván El Terrible, buscando un cierto paralelismo de éste con el camarada Stalin, entonces presidente de la Unión soviética.
Dos años después rodó su segunda parte, La conjura de los boyardos que fue prohibida por la censura, que además cortó el rodaje de la tercera, Las batallas de Iván
Este zar, apodado el Terrible, ha pasado a la historia por su dureza, por su crueldad, por su paranoia.
La presente película, El zar, comienza cuando acaba la segunda entrega de Eisenstein. La mirada de Pavel Lungin es muy distinta a la del genial Eisenstein y además Pyotr Mamonov no tiene la presencia física de Nikolai Cherkasov ni su profunda voz que se imponía al espectador.
Es una versión más realista empero pero con menos fuerza visual. Pero eso no quiere decir que la película no tenga sus méritos.


El zar. T.O.: Tsar. Año de producción: 2009. País: Rusia. Dirección: Pavel Lungin. Intérpretes: Pyotr Mamonov, Oleg Yankovskiy, Ramilya Iskander, Anastasiya Dontsova, Aleksandr Domogarov, Aleksandr Ilyin, Ville Haapasalo, Aleksei Frandetti. Guión: Aleksei Ivanov. Música: Yuri Krasavin. Fotografía: Tom Stern. Duración: 116 min. Público apropiado: Jóvenes. Género: Histórico, Drama

Ivan el Terrible supuso el final y una de las mejores películas de Sergei M. Eisenstein. Recordemos esas secuencias en color de La conjura de los boyardos, con los Oprichniks (los Perros del Zar) cantando y bailando al estilo cosaco. Los Oprichniks fueron sus guardias personales que sembraron el terror en aquella Rusia que el zar unificó, por lo que se le ha considerado el Padre de la Patria. Pero como ocurre con personajes semejantes dejan detrás una huella amarga de sangre y de muerte.
El zar apenas nos muestra las batallas en las que participó, pero si su reinado de terror lleno de paranoias y muerte. Un reinado corrupto, que da una visión distinta a la de Eisenstein, en la que se justifica al terrible zar por las maquinaciones de los príncipes boyardos que deseaban controlar el Estado.
Su poder era corrupto, mezquino, cruel. Destruye la pureza, representada en una niña huérfana, y se enfrenta a su antiguo amigo el metropolitano Filipp (Oleg Yankovski, importante actor ruso fallecido poco después de finalizado el rodaje) en una lucha sin cuartel. Ivan IV (Piotr Mamonov) se aferra a su poder absoluto mientras su Rusia perece de miseria y hambruna.
Conocemos la zarina Mariya Temryukovna  (Ramilya Iskander), hubo unas siete durante su reinado, de la que se nos cuenta poco ya que según historiadores era musulmana convertida a la ortodoxia, analfabeta y manipuladora que falleció en el trono a los 25 años. La zarina Mariya fue quién sugirió la creación de los  Oprichniks para salvaguardar la seguridad del zar. Consiguió el trono por su cara bonita, nunca mejor dicho, porque cuando el zar la vio por vez primera se quedó prendado y la convirtió en su esposa y en zarina de todas las Rusias.
Ivan IV fue contemporáneo de Felipe II de España, del Siglo de Oro español, del Renacimiento italiano, de la reina Isabel I de Inglaterra. Mientras Europa renacía, abandonaba el Medievo definitivamente, Rusia permanecía atrasada en una tardía y oscura Edad Media.
El zar escoció mucho en su país de origen, a muchos rusos les revolvió el estómago la pésima imagen que se da del terrible zar y de su país en aquella época, pero otros consideran que es un espejo de lo ocurrido y que cuando se refleja una imagen desagradable la culpa no es de dicho objeto sino de quien se manifiesta en él.

Salvador Sáinz