LA CHISPA DE LA VIDA (2011)

Sentía pánico al ver la carpeta de promoción de esta película. José Mota el cómico de la tele que está de moda, imágenes con gente frikkie. Pero al leer los primeros comentarios se despertó mi interés y por fin me he decidido a verla. Pues me ha gustado.
Eso me demuestra una vez más que no se pueden prejuzgar las películas o cualquier obra de cualquier forma artística o intelectual hasta verla:
Me parece una buena película aunque me recuerde El gran carnaval de mi admirado maestro Billy Wilder con el gran Kirk Douglas, una cinta de 1951 que convendría revisar.
Pero entre ambas hay un laspsus de 60 años, más de medio siglo, y entristece saber que en este espacio de tiempo la sociedad no sólo no ha evolucionado sino que ha involucionado.
Es decir que vamos de mal en peor. Esta lucha por la audiencia, por la publicidad, se ha recrudecido. Claro está que entre ambas películas hay diferentes circunstancias que convierten La chispa de la vida en una cinta original.


La chispa de la vida. Dirección: Álex de la Iglesia. País: España. Año: 2011. Duración: 98 min. Género: Tragicomedia. Interpretación: José Mota (Roberto), Salma Hayek (Luisa), Blanca Portillo (Mercedes), Juan Luis Galiardo (alcalde), Fernando Tejero (Johnny), Manuel Tallafé (Claudio), Santiago Segura (David Solar), Antonio Garrido (Dr. Velasco), Carolina Bang (Pilar Álvarez), Joaquín Climent (Javier). Guion: Randy Feldman. Producción: Andrés Vicente Gómez y Ximo Pérez. Fotografía: Kiko de la Rica. Montaje: Pablo Blanco. Dirección artística: Arturo García y José Arrizabalaga. Distribuidora: Alta Classics. Estreno en España: 13 Enero 2012.

La chispa de la vida trata de la supervivencia. Vivimos en una sociedad terrible en la que millones de ciudadanos se ven desplazados. El paro afecta a cinco millones de ciudadanos. Dicen que es una crisis mundial, pero en el resto del mundo el paro asciende a un 8% de la población mientras que en el nuestro es el 22.El 8% es la crisis mundial, los 14% restantes son la incompetencia de nuestra clase política que vive como unos auténticos privilegiados, insensibles a los dramas humanos de nuestra población.
Las circunstancias hace que la película de Alex de la Iglesia se desmarque de El gran Carnaval de Billy Wilder. La España de 2011 nada tiene que ver con los Estados Unidos de 1950. El nivel de incompetencia, desfachatez y caradura de nuestra clase política no tiene parangón en ningún lugar del mundo salvo las repúblicas bananeras sudamericanas.
Un país que margina a sus ciudadanos cuando entran a edades maduras, los condenan a un ostracismo cruel e inhumano, en un paria como al publicista que con total acierto interpreta José Mota muy alejado de sus “gracias” televisivas. Tiene que verse afectado por un terrible accidente para que cobre protagonismo ante los medios obsesionados con espectáculos morbosos y de pésimo gusto. Una sociedad que ha aturdido a los ciudadanos con el consumismo ciego, vacío, pijo, y a los jóvenes con el frikismo estrafalario.
Me gusta mucho el juego de actores como el mencionado José Mota que se redime de sus shows, esperando verle en el futuro con papeles de mayor calidad artística. Salma Hayek esta sensacional en el papel de la sufrida esposa, Fernando Tejero se luce en el mezquino y ruin representante ávido de dinero, Santiago Segura cumple con su cometido, alejado de su personaje habitual, Juan Luis Galiardo demuestra con su papel que cada año mejora en su registro ya que se ha convertido en uno de nuestros mejores característicos, cumpliendo el resto del elenco.
Hay dos momentos sublimes para mí, una cuando el hijo se quita las botas góticas y las arroja con rabia, rechazando su alienación personal, y otra la patada que le da Salma Hayek a un maletín con dos millones de euros reivindicando la dignidad humana que está muy por encima de las ambiciones económicas de los buitres de las cadenas televisivas y sus programas basura para públicos descerebrados.  De la Iglesia destripa la ruindad de unos medios de comunicación obsesionados con mostrar lo más negativo de nuestra sociedad como si fuera un espectáculo circense del más difícil todavía. Un capitalismo inhumano repleto de falsos amigos que te apuñalan por la espalda cuando les conviene, como queda reflejado en las primeras secuencias de la película cuando el publicista en paro acude a ver a sus antiguos compañeros que le dan la espalda sin remordimientos, que le echan a la basura como si fuera un objeto inútil ignorando que se trata de un ser humano que sufre y que de su trabajo depende el sustento de una familia. Una sociedad hipócrita, falsa, insolidaria e infame que ignora que su futuro pende de un hilo porque lo sembrado se puede volver en su contra como le ocurrió a los Romanov en Rusia y a los Borbones en Francia que acabaron fusilados o en la guillotina.  
Muy buena película, una de las mejores que he visto en los últimos meses y si nos circunscribimos al cine español en años.

Salvador Sáinz