ACANTILADO ROJO (2008)

En el año 208 después de Cristo, durante la dinastia Han, tuvo lugar la batalla del Acantilado Rojo en la que un ejército chino fue sitiado por otro muy superior en fuerzas y efectivos, pero gracias al tesón, la astucia y la inteligencia los chinos ganaron la batalla y en consecuencia la guerra.
A pesar del gran presupuesto de 52 millones de euros, cifra que nos choca porque son dos más que Ágora de Almenabar con resultados mucho más espectaculares, tienen gran importancia las escenas íntimas que sirven como contrapunto para la acción desenfrenada.
Acantilado Rojo, según la tradición del nuevo chino, es un canto a la heroicidad de la nación china capaz de derrotar enemigos muy superiores. A pesar de todo John Woo tuvo dificultades para rodar en el Yang Tse las secuencias bélicas fluviales en la que gracias a los conocimientos metereológicos produjeron un incendio de las naves enemigas en cadena provocando el hundimiento del ejército agresor.
El nuevo cine chine, del que conocemos muy poco, está siendo muy valordado en Occidente del que tiene numerosos adeptos. Sin embargo, según voy informándome, la realidad dista mucho de nuestra mitificación porque la mayoría de las películas patrias son tan malas y tan mediocres como las producidas en España, por citar un ejemplo, y las buenas son mínimas. Pero como sólo nos llegan éstas sacamos conclusiones erróneas.
Eso es cuando en un festival de cine programan un cine de otras épocas, por ejemplo los años cuarenta en Hollywood, y nos ofrecen cinco obras maestras. Los críticos suelen comentar que en aquel tiempo se hacía mejo cine que ahora, pero en realidad los porcentajes no varían.
Buen cine, malo y mediocre se ha rodado en todas las latitudes y en todas las épocas, pero el silencio y el olvido se encargan de la producción de mala calidad y sólo nos llega lo mejor. Hecha esta salvedad nos congratulamos que las películas buenas de China nos lleguen aunque no tantas como desearíamos.
Acantilado Rojo nos cuenta una visión gloriosa de la historia china. La meticulosidad del director nos permite conocer las tácticas que se utilizan para vencer. Resulta curioso pero en el cine bélico occidental apenas se nos informa de los pormenores de una batalla y no se nos explica las tácticas utilizadas.
El tema de los espejos para deslumbrar al enemigo que el rey Salomón utilizó para derrotar a los filisteos en Salomón y la reina de Saba se repite en este relato épico chino.
Las secuencias están muy conseguidas, sobre todo las batallas en el río gracias al cambio de la dirección del viento que un meteorólogo conoce bien provocando un espectacular incendio que destroza la flota invasora.
Acantilado Rojo agradará a quien guste del buen cine venido desde Oriente aunque prefiramos las producciones más intimistas de Zhang Yimou a estos espectáculos de masas apologéticos.

Salvador Sáinz