CIRKUS COLUMBIA (2010)

Cirkus Colombia es el nombre de un tiovivo en el que nuestro protagonista solía subirse de niño. La película de Danis Tanovic es un viaje al pasado, al reencuentro de sus raíces y con la muerte. Un exiliado de la antigua Yugoeslavia, una de las escasas repúblicas socialistas que funcionó bien gracias al mariscal Tito que creó una variante humana y liberal del marxismo, regresa a su ciudad natal para recuperar su vivienda expulsando a su ex esposa de malas maneras y conociendo por fin a su hijo. Viaja con una guapa joven y un gato negro que asegura le da muy buena suerte.
Pero su ciudad natal es un avispero. No sólo ha desaparecido la antigua Yugoeslavia sino que las naciones que la conformaban se independizaron en cadena provocando microestados en litigio eterno, guerra y sinsentido. Un odio ancestral alimentado por políticos infames que no nos son lejanos y que podríamos reconocer fácilmente en nuestras latitudes.
El odio, el resentimiento por conflictos de otros tiempos, sólo sirve para destruir y destrozar vidas, envenenarlas inútilmente y provocando uno de los conflictos más espeluznantes del mundo moderno.
La mirada de Tanovic es irónica, cargada de simbolismos, como ese gato negro de la suerte que el protagonista pierde y busca con total desesperación. Tenemos la metáfora del regreso del capitalismo, la desmembración del comunismo y del estado yugoeslavo que podría convertirse en breves años en otros que pasen por sus mismas experiencias.
La gente joven que debe marcharse porque no tiene futuro, el absurdo de un nacionalismo anclado en el pasado, obsoleto y dañino. Bella película y muy certera.

Salvador Sáinz