AMOR BAJO EL ESPINO BLANCO (2010)

ZHANG YIMOU


AMOR BAJO EL ESPINO BLANCO. Título internacional: Hawthorn tree forever. Título original: Shan zha shu zhi lian. Dirección: Zhang Yimou. Año: 2010. País: China. Interpretación: Zhou Dongyu (Jing), Shawn Dou (Sun), Xi Meijuan (madre de Jing), Li Xuejian (Zhang), Cheng Taishen (Sr. Luo), Sa Rina (tía). Guion: Yin Lichuan, Gu Xiaobai y A Mei; basado en la novela “Hawthorn tree forever” de Ai Mi. Producción: Cao Hyuai, William Kong, Hugo Shong y Zhang Weiping. Música: Qigang Chen. Fotografía: Zhao Xiaoding. Montaje: Peicong. Diseño de producción: Wu Ming. Distribuidora: Golem. Estreno en China: 16 Septiembre 2010. Estreno en España: 31 Agosto 2012. Duración: 121 min. Género: Drama, romance.

En los años setenta se habló mucho de la Revolución cultural china para hablarnos bien de sus virtudes (generalmente fantasías sin fundamento) como sus defectos presentándola como si fuera una visión dantesca del Averno. Pero la realidad es mucho más compleja. El gobierno de la República Popular de China ha dado de comer a más de 600 millones de ciudadanos que anteriormente pasaban miseria. De ser uno de los países más pobres y miserables del mundo se han convertido en la segunda potencia mundial y, probablemente, pronto será la primera. Se ha convertido en un país emergente con muchas luces y algunas sombras que empañan sus logros, la falta de libertad, la censura, la corrupción, el dirigismo y en los tiempos de Mao el culto a la personalidad.
Así en esta película de Zhang Yimou, que transcurre precisamente en los setenta, la figura de Mao es prepotente. Aparece dominando el colegio donde estudia una adolescente llamada Jing, hija de burgueses que tiene muchos problemas para salir del túnel. El Partido ha decidido “reeducarla” para integrarla en la nueva sociedad. Todos sus pasos se miran con lupa.
La sociedad en la que vive Jing nada tiene que ver con la nuestra, dominada por un partido paternal. Para “reeducarla” se utiliza un método típico en la China comunista, es enviada a una población rural, muy remota, para que cultive la tierra y realiza numerosos trabajos manuales en el colegio, muy pesadas para una chica.
Pero Jing conoce un muchacho del que se enamora, es hijo de un glorioso militar chino. El romance no está bien visto por lo que los amantes deben vivir su amor en la clandestinidad.
El estilo Yimou se impone al melodrama llorón, porque se trata de una de estas películas que hay que ver con un paquete de kleenex en la mano. Una película que a pesar de su distribución marginal ha sido muy bien acogida donde se ha presentado y los espectadores, generalmente las espectadoras, la han disfrutado como amantes de dramas románticos.
Yimou construye encuadres bellísimos, con grandes paisajes, en las que nuestra simpática pareja vive su amor. Así nos sugiere que estamos formando parte de una sociedad, de un paisaje que domina el espino blanco, un árbol dedicado a sus grandes héroes nacionales.
Bella película en todos sus aspectos, en primer lugar por la trágica historia de un amor contrariado por temas políticos, y en segundo lugar por el reflejo que ofrece de la sociedad donde se desarrolla. Un país cuyo crecimiento económico ha sido espectacular con muchas luces y muchas sombras.

Salvador Sáinz