HIERRO 3 (2004)

Extraño film coreano del cineasta Kim Ki-duk sobre un extravagante indigente que entra en casas ajenas cuando sus vecinos están ausentes y se instala en la misma. En una de sus rápidas ocupaciones se encuentra a una mujer maltratada por su marido, que decidirá seguirle en sus correrías.
Lo que sobresale en este insólito estudio de la soledad y la marginación es su silencio. Un protagonista que no pronuncia palabra alguna, entra en casas ajenas para comer, dormir, bañarse, ver la televisión y las abandona cuando detecta que sus propietarios están al llegar.
No roba, no hace daño a nadie. Sólo vive en silencio. Su único comportamiento agresivo es con el marido maltratador al que propina una paliza por su pésima conducta.
Nos encontramos no ante un ocupa sino ante un ser casi invisible, misterioso, enigmático. Un ser que ha estado viviendo en nuestros domicilios sin que lo sepamos. Una presencia que no se siente, que se presiente. Los propietarios notan la presencia de un ser extraño, al que no suelen denunciar porque jamás ha robado nada. Sólo utiliza el domicilio para vivir unos días o unas horas.
Kim Ki-duk reflexiona sobre la soledad con un filme de cuidada planificación, lento ritmo y refinada imagen. Un filme de miradas, de sensaciones, de sentimientos. Pocos diálogos y mucho cine.

Salvador Sáinz