LA LEGIÓN NEGRA (1937)


LA LEGIÓN NEGRA. Título original: Black Legion. Año: 1937. País: Estados Unidos. Director: Archie Mayo. Intérpretes: Humphrey Bogart, Dick Foran, Erin O'Brien-Moore, Ann Sheridan, Helen Flint, Joe Sawyer, Clifford Soubier, Alonzo Price, Paul Harvey, Dickie Jones, Samuel S. Hinds, Addison Richards, Eddie Acuff, Dorothy Vaughan, John Litel, Henry Brandon, Charles Halton, Pat C. Flick. Guión: Abem Finkel, William Wister Haines, Robert Lord. Música: W. Franke Harling. Fotografía: George Barnes (B&W). Productora: Warner Bros. Pictures. Duración: 83 minutos.

La cruz ardiente es un antiguo símbolo de la victoria contra la tiranía racial. Además, es un símbolo cristiano antiguo. Uno puede, por ejemplo, encontrar velas en la forma de la cruz de fuego en muchas iglesias. La Iglesia Metodista utiliza la cruz de fuego como su símbolo. La cruz de fuego simboliza la iluminación de la cruz, la luz de Dios. No es una profanación!
El significado original de la túnica y la capucha viene de antiguos ritos europeos que significa hermandad fraternal y el anonimato en hacer buenas obras.

De la web del Ku-Klux-Klan


En los Estados Unidos, cuando Franklin D. Roosevelt inició su presidencia en 1932 tuvo lugar el New Deal, el Nuevo Trato, con el cual intentó frenar la dura crisis económica que estaba hundiendo el país. Fueron años en que se gestó un movimiento crítico, apareciendo películas que como La legión negra denunciaba aspectos sombríos de la sociedad estadounidense. En este caso se critica a un sucedáneo del Ku Klux Klan, movimiento extremista del antiguo Sur que apareció una vez concluida la Guerra de Secesión y el periodo llamado “La Reconstrucción” que consideraron perjudicial para los intereses de los estados sureños. En El Nacimiento de una Nación (1915) de David Wark Griffith se trata precisamente este periodo histórico en el que no vamos a insistir más.
En 1938, cuando los sistemas fascistas estaban en su apogeo (Alemania, Italia, España), el Ku Klux Klan se alienó con dichos regímenes y se convirtieron en sus aliados lo que les colocaba en una posición contraria al New Deal, considerado masónico, y en un enemigo interior. De ahí que se empezaran a cargar las tintas contra ese movimiento político que nos son presentados como lunáticos y unos auténticos truhanes.
Resulta curioso su discurso de 1938, en la actualidad no ha cambiado demasiado y lo más curioso aún que se asemeja a todos los que hemos estado escuchando estos últimos años en España respecto a la emigración que nos ha llegado allende nuestras fronteras.
La película en sí es modesta, no en vano Humphrey Bogart aún no había alcanzado el status de estrella. Se había distinguido un año antes con El bosque petrificado en un papel secundario de gánster, en los que estaba especializado, pero no fue hasta su triunfo definitivo con El halcón maltés (1941) que accedió a la categoría dorada del mundo del cine.
En consecuencia, La legión negra aún podría catalogarse como un modesto y honesto producto de serie B protagonizado por un actor entonces catalogado de secundario.
Como tal, es un filme con pocas pretensiones pero que está bien resuelto. Archie Mayo estaba considerado un artesano al servicio de la industria pero que sabía acometer con su habitual oficio todas las empresas que le fueron designadas.
La narración es simple, superficial, pero la dirección cumple con su objetivo que es llegar al espectador medio y concienciarle del peligro  de tener entre su ciudadanía a unos potenciales aliados de enemigos foráneos. Es decir, la ultra derecha de corte fascista.

Salvador Sáinz