TÚ, KIMI Y YO (1958)


TÚ, KIMI Y YO. Título original: The Geisha Boy. Año: 1958. País: Estados Unidos. Dirección: Frank Tashlin. Reparto: Jerry Lewis, Marie McDonald, Sessue Hayakawa, Barton MacLane, Suzanne Pleshette, Nobu McCarthy, Robert Hirano, Ryuzo Demura, The Los Angeles Dodgers, Bob Hope. Guión: Frank Tashlin. Historia original: Rudy Makoul. Maquillaje: Nellie Manley, Wally Westmore. Montaje: Alma Macrorie. Fotografía: Haskell B. Boggs. Dirección artística: Hal Pereira, Tambi Larsen. Departamento editorial: Richard Mueller. Música: Walter Scharf.Sonido: Charles Grenzbach, Gene Merritt. Vestuario: Edith Head, Sy Devore. Productor: Jerry Lewis. Producción asociada: Ernest D. Glucksman. Productora: Paramount Pictures. Distribuidora: Paramount Pictures. Duración: 98 min. Fecha de estreno: 02/11/1958. Género: Comedia

Cada vez que Hollywood rueda una película en Japón o cualquier otro país se dedica a mostrarnos toda clase de tópicos presentándolo como un país exótico y extraño. Parece ser que los estadounidenses no quieren comprender que el resto de los países del mundo tienen todo el derecho del mundo a vivir como les place con sus virtudes y defectos, como si el único sistema de vida válido fuera el suyo.
En cambio, Tú, Kimi y yo los trata con mayor respeto al habitual. Frank Tashlin es al menos maestro en la elegancia, pero también en la mordacidad. Más que criticar la sociedad japonesa se ceba en la estadounidense y en su estúpido puritanismo. Recordemos la secuencia del sentó (baños públicos japoneses) en la que Jerry y su pequeño amiguito van a bañarse encontrándose la piscina llena de mujeres “que van como Brigitte Bardot”, es decir desnudas, lo que provoca una serie de aspavientos del asustado Jerry.
Japón es otro mundo, otra cultura. Se ha americanizado mucho desde que perdieron la segunda guerra mundial pero perdiendo la contienda en cambio han sabido prosperar hasta convertirse en una gran potencia económica. Trece años después del lanzamiento de la bomba atómica en Hiroshima y del fin de la segunda guerra mundial se rodó esta comedia en la que se quiere dulcificar la imagen que en Estados Unidos (y el resto del mundo colonizado por Hollywood) se tenía de este país del lejano oriente.
Las intenciones son loables y la comedia de Frank Tashlin extremadamente divertida. Pese a que en muchos lugares se presenta Tú, Kimi y yo como un filme de Jerry Lewis, su protagonista principal en quien descansa el peso de la acción, en realidad es Tashlin su autor.
Destaca la película en primer lugar su cuidada planificación, la fluidez de su narración, la sobriedad en los movimientos de cámara, sus colores chillones, muy agresivos que después se repetirían en las películas dirigidas por el propio Lewis, y sobretodo destaca la mordacidad del guión.
Tashlin gusta utilizar caras conocidas como la del actor japonés Sessue Hayakawa que un año antes había triunfado como el coronel Saito de El puente sobre el rio Kwait. Al aparecer en escena le vemos con un uniforme similar y unos empleados construyen un puente como el de la película pero en miniatura. Las referencias cinéfilas son constantes. Lewis cree ver a Alec Guinnes en el puente.
Cuando visitan el Fujiyama o Monte Fuji, Lewis lo confunde con la montaña que aparece en la cabecera de las películas Paramount.
El resto de la película destaca por la ternura del personaje de Jerry Lewis, su relación con el niño japonés que es huérfano, y las divertidas secuencias con el conejo Harry que luego resulta ser la coneja Harriet. Además Jerry tiene novia de otra raza, algo mal visto en aquella época, y que le hace acreedor de nuestras simpatías.
Como contrapunto a la chica japonesa nos encontramos a la morenita Suzanne Pleshette, rostro muy habitual en aquella época. Una actriz que siempre nos resultó agradable en todas sus apariciones. Y además para postre tenemos la clásica parodia de Frank Tashlin a la estrella de Hollywood, esas rubias oxigenadas que hacían furor pero en la vida privada eran imposibles de soportar. Jerry la convertirá en víctima de sus bromas poniéndola constantemente en ridículo.
Una bella película y una divertida comedia del tándem Frank Tashlin-Jerry Lewis, dos leyendas del cine cómico hollywoodense de calidad. Célebres por sus sátiras mordaces y su humor desquiciado pero siempre certero y agudo.

Salvado Sáinz