EL EMPERADOR Y EL ASESINO (1998)


EL EMPERADOR Y EL ASESINO. Título original: Jing Ke ci Qin Wang (The Emperor and The Assassin). Año: 1998. País: República Popular de China. Director: Chen Kaige. Intérpretes. Gong Li (Lady Zhao), Zhang Fengyi (Jing Ke), Li Xuejian (Ying Zheng), Gu Yongfei (Reina Madre), Wang Zhiwen (Marqués Changxin), Lü Xiaohe (Fan Yuqi), Sun Zhou (Príncipe Dan de Yan), Chen Kaige (Lü Buwei), Pan Changjiang (oficial de prisión), Zhou Xun (chica ciega), Cong Zhijun (oficial anciano), Li Longyin (dueño de una tienda), Li Qiang (mesanjero de Han), Zhao Benshan (Gao Jianli), Ding Haifeng (Qin Wuyang), Hu Yang (joven oficial), Zhang Shen (enano), Li Hongtao (Li Si), Wei Chao (Doujiyan), Han Dong (conductor de Qin), Li Zhonglin (guardia prisión de Qin), Liu Tielian (eunuco), Kong Qinsan (cara tatuada), Xie Zengran (hermano de Wang, joven), Chang Tao (hermano de Wang, adulto), Zhang Jinzhan (embajador de Yan), Zhao Yanguo (artista), Lin Luyue (guerrero), Liu Jiacheng (guerrero), Chu Xu (guerrero), Liu Bo (guerrero), Liu Liang (guerrero). Guión: Wang Peigong & Chen Kaige. Música: Zhao Jiping. Fotografía: Zhao Fei.Productora. Shin Corporation / Le Studio Canal + presenta una producción New Wave Co. / Beijing Film Studio / NDF. Duración: 163 minutos.

Cuando se nos cuenta la historia de la creación de un imperio nos lo presentan como una gran gesta histórica digna de admiración durante siglos. Claro está que si el país es quien publica la misma la verá de un modo u otro. Por ejemplo ¿cómo hemos visto los españoles a los conquistadores que fueron a las Américas y cómo vemos a las tropas romanas, musulmanas o napoleónicas que nos invadieron con idénticos fines? Y en Cataluña ¿Cómo vemos las “gestas” del “bondadoso” rey Jaume I y cómo vemos las tropas de Felipe V?
El imperialismo siempre ha sido negativo porque provoca dolor a su paso. Bernardo Bertolucci nos contó en su film de 1989 (El último emperador) la historia de Puyi el último emperador chino, que accedió al poder siendo niño y que se convirtió en un títere de los japoneses. Chen Kaige en cambio nos cuenta la historia del primero, el que unificó China, razón por la que se le admiró durante siglos hasta que nuevas ideologías lo pusieron en su lugar, el de un bárbaro carnicero.
China estaba dividida en siete reinos. Uno de ellos, Qin, estaba regentado por Ying Sheng, quien decidió iniciar la conquista de los otros seis de una forma salvaje, brutal.
Chen Kaige construye una película épica protagonizada por Gong Li, la gran dama del cine chino, y una de nuestras musas personales. Compone el personaje de la Dama Zhao, el amor que el emperador no pudo conseguir por su maldad, por sus ganas de revancha y de odio. Un se pequeño y resentido, de infancia complicada, que utiliza el poder como ariete de venganza asesinando a gente inocente.
Las escenas de la guerra son crueles, atroces. El emperador es un ser inhumano, carente de sentimientos nobles. Paralelamente se cuenta la historia de un criminal mercenario que en comparación es más humano que el criminal emperador. Un asesino a sueldo que vive lleno de resentimientos, algo que el emperador es incapaz de sentir, por haber causado la muerte de una niña ciega a la que asesinó toda su familia.
El retrato psicológico de los personajes principales está muy conseguido, Gong Li estaba viviendo su mejor momento como actriz y protagonizaba sus mejores películas antes de caer en obras menores comerciales.
El relato tiene vigor, fuerza. Su estilo es diferente del de Zhang Yimou, mucho más personal y lírico. Pero Kaige es mucho más contundente y directo. Las escenas de masas, su sentido de la épica son loables y demuestran que es un director de gran altura.

Salvador Sáinz