SOÑADORES (2003)

Soñadores (2003) de Bernardo Bertolucci, penúltima película del célebre realizador, cuyo último trabajo Io e te (2012) aún es inédito. Parece que el éxito y la fama le han dado la espalda, pero Soñadores tiene sesgos del primer Bertolucci, antes de que saltara a la fama con El último tango en París (1972) y su aclamada El último emperador (1987), mi película favorita de su filmografía.
El título que nos ocupa me retrae a mi adolescencia, a los años en que creímos ingenuamente que podíamos cambiar el mundo y soñábamos con utopías y revoluciones. No me siento identificado con los personajes centrales, tal vez el americano que es más realista, pero los hermanos gemelos Isabelle (Eva Green) y Theo (Louis Garrel) me recuerdan a los clásicos hijos de papá de la época que jugaba a las revoluciones con las teorías más extravagantes. Los clásicos pequeños burgueses, hijos de padres liberales, que todo lo veían desde su torre de marfil y que mitificaban a un genocida como Mao Zedong como el mejor líder del mundo ignorando el verdadero rostro de su sistema político.
Sí me identifico con su cinefilia galopante que me ha acompañado a lo largo de mi vida. Pero en España nunca hemos tenido una burguesía ilustrada sino unos caciques paletos al cargo del gobierno, en la dictadura que duró hasta 1975 y que se comió los mejores años de mi vida, destrozándola y arruinándola, y fue sucedida por otra tanda de catetos profesionales con un bajísimo nivel cultural en esa demodesgracia con monarquía incluida.
El año 1968 eran años de rabia, de indignación. No se parecen en nada a los actuales, fruto de una gravísima como previsible crisis económica, pero en aquel tiempo fue cuando nos dimos cuenta de que nuestro sistema económico y político no nos llenaba, nos frustraba y nos hundía.
Francia, era para los españoles, el país de la libertad. Teníamos una imagen mitificada que no se correspondía con la realidad. La represión era muy dura y de libertad muy poca. Claro que comparada con España, Francia era un oasis.
Bertolucci refleja perfectamente aquel ambiente, unos protagonistas encerrados en casa con sus utopías absurdas, su vacuo redentorismo, mientras en la calle se realizan barricadas, luchas obreras y estudiantiles para mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos franceses.
Está la parte política perfectamente descrita y la parte cinéfila que es  completamente maravillosa, Soñadores refleja esta parte romántica de un sueño, el amor al cine y a la vida.
Eva Green, la hija de Marlène Jobert, es toda una delicia, un descubrimiento. En futuros trabajos dio más de sí. Bertolucci ya entraba en su declive artístico, ya no es lo que era, lo fue. Pero aún siendo un trabajo menor no está desprovisto de interés.

Salvador Sáinz