EN BUSCA DEL ARCA PERDIDA (1981)


EN BUSCA DEL ARCA PERDIDA. Título original: Indiana Jones: Raiders of the Lost Ark. Año 1981. País: Estados Unidos. Director: Steven Spielberg. Intépretes: Harrison Ford (Indiana Jones), Karen Allen (Marion Ravenwood), Paul Freeman (Dr. René Belloq), Ronald Lacey (Major Arnold Toht), John Rhys-Davies (Sallah), Denholm Elliott (Dr. Marcus Brody), Alfred Molina (Satipo), Wolf Kahler (Colonel Dietrich), Anthony Higgins (Gobler), Vic Tablian (Barranca / Monkey Man), Don Fellows (Col. Musgrove), William Hootkins (Major Eaton), Bill Reimbold (Bureaucrat), Fred Sorenson (Jock), Patrick Durkin (Australian Climber). Guión: Lawrence Kasdan (Historia: George Lucas & Philip Kaufman). Música: John Williams. Fotografía: Douglas Slocombe. Productor: George Lucas. Productora: Paramount Pictures. Duración: 115 minutos. Aventuras. Acción | Nazismo. Años 30.

Indiana Jones (apodo de Henry Walton Jones Jr.) es un personaje creado por George Lucas en 1973 y es protagonista de una serie de películas de aventuras dirigida por Steven Spielberg y protagonizada por Harrison Ford. A En busca del Arca perdida (1981) le siguieron Indiana Jones y el Templo Maldito (1984), Indiana Jones y la Última Cruzada (1989) e Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal (2008).
En estas aventuras encontramos el aroma de antiguas películas de los años veinte o treinta, como Las arañas (1920) y su continuación El barco de los brillantes (1920) de Fritz Lang o El secreto de los Incas (1954) con Charlton Heston. Sus aventuras inspiraron además el personaje de Lara Croft, del videojuego llevado al cine Tomb Raider, y las aventuras paródicas de Tadeo Jones rodada por estudios españoles.
La acción suele transcurrir en países lejanos de los USA, ya se sabe que para ellos el resto del mundo es exótico. Sus aventuras tienen además un trasfondo religioso o místico. Así en Indiana Jones y la última cruzada, la acción gira alrededor de la búsqueda del Santo Grial, la copa que Jesucristo utilizó en su última cena antes de la crucifixión o, en este caso, el Arca de la Alianza en la que Moisés guardó las tablas de la ley.
Algunos críticos han reprochado a Spielberg, que como se sabe es de religión judía, la costumbre de utilizar elementos religiosos en sus películas. Por ejemplo en War Horse, en las trincheras, vemos sacerdotes católicos ofreciendo auxilio espiritual a los soldados que van al frente o en Encuentros en la tercera fase, a la gente elegida para viajar en la nave espacial.
Pero tanto si se cree como si no, la religión es una realidad. Ahí está nos guste o no y no se puede cerrar los ojos ante algo tan obvio. Está la religión como están los movimientos revolucionarios o los nacionalismos.
En busca del arca perdida se parte de la base de que Hitler desea encontrarla para utilizar sus funciones mágicas para conquistar el mundo, para ello deben realizar un rito judío aunque les repugne a los soldados de Tercer Reich con resultados negativos para ellos.
El papel principal recae en Harrison Ford, entonces afamado por su Hans Solo de La guerra de las galaxias, y la chica es Karen Allen, que reaparece en la cuarta entrega, rodada diecinueve años después de la anterior entrega, para acabar en el altar con el intrépido Indy. Ambos viven sus papeles con total propiedad.
Las aventuras se van sucediendo a ritmo vertiginoso, Indy es incansable. Para añadirle toques de comedia aparecen los piques de la pareja protagonista por cuestiones pertenecientes al pasado.
Así del Nepal inicial saltamos a Egipto y Túnez. Las peleas, las acrobacias que a veces son irreales transcurren entre las sonrisas y las simpatías del personaje central. Conocemos su odio hacia las serpientes. Las escenas de peligro no faltan.
Nos encontramos ante un puro divertimento realizado con gran imaginación por Steven Spielberg y producida por el mercantilista George Lucas. Son películas destinadas a divertir las plateas, los cinéfilos más exigentes tenemos otras obras más interesantes del mismo director, por ejemplo 1941 que fracasó en taquilla. Pero ya se sabe que las películas son lo que pretendemos encontrar en ellas.
Fue el inicio de ese cine de acción pura que a veces resulta exagerado, excesivo como la última versión de Total Recall en donde no hay apenas diálogo y los actores se pasan todo el metraje saltando y corriendo.
En busca del arca perdida se ha convertido en todo un icono del cine moderno y además en un clásico cinematográfico de envergadura.   Parte importante del mérito está en la solidez del director Steven Spielberg, por aquellas fechas encasillado en cine de género y que no gozaba de la simpatía de la Academia de Hollywood pero sí de amplios sectores del público. La banda sonora de John Williams ayuda mucho a crear este ambiente de misterio, aventura y esoterismo entre tumbas egipcias o templos budistas nepalíes.
Un cine que sólo pretende hacernos soñar, películas que pertenecen al inconsciente colectivo durante nuestras vidas.

Salvador Sáinz