REBECA (1940)


REBECA. Título original: Rebecca. Año 1940. País: Estaos Unidos. Director. Alfred Hitchcock. Intérpretes: Laurence Olivier ('Maxim' de Winter), Joan Fontaine (Mrs. de Winter), George Sanders (Jack Favell), Judith Anderson (Mrs. Danvers), Nigel Bruce (Major Giles Lacy), Reginald Denny (Frank Crawley), C. Aubrey Smith (Colonel Julyan), Gladys Cooper (Beatrice Lacy), Florence Bates (Mrs. Van Hopper), Melville Cooper (Coroner), Leo G. Carroll (Dr. Baker), Leonard Carey (Ben), Lumsden Hare (Tabbs), Edward Fielding (Frith), Philip Winter (Robert), Forrester Harvey (Chalcroft), Billy Bevan (Policeman), Egon Brecher (Hotel Desk Clerk), Gino Corrado (Hotel Manager), Alfred Hitchcock (Man Outside Phone Booth), Leyland Hodgson (Mullen), Alphonse Martell (Hotel Headwaiter), William H. O'Brien (Hotel Waiter), Ronald R. Rondell (Hotel Dining Room Guest), Guión: Robert E. Sherwood & Joan Harrison (Novela: Daphne du Maurier). Música: Franz Waxman. Fotografía: George Barnes (B&W). Productora: Selznick International Pictures. Duración: 130 minutos. Drama. Intriga | Película de culto
Premios: 1940: 2 Oscars: Mejor película, fotografía.

En los años treinta Alfred Hitchcock se había convertido en un plato muy apetitoso por los magnates hollywoodenses debido al gran éxito de sus películas de suspenso británicas, de producción sencilla y modesta pero atrayentes para los públicos de todos los continentes. Estaba claro que el gran cineasta necesitaba el respaldo de las grandes compañías y los cantos de sirena eran irresistibles.
Curiosamente la primera película, ambientada en estudio, transcurría en su país de origen. El rodaje tuvo lugar en tierras californianas como Big Sur, Palos Verdes, Point Lobos y Selznick International Studios. Para el papel principal se pensó en Laurence Olivier que deseaba le entregaran el papel de su pareja femenina a Vivien Leigh, entonces su esposa, pero como los estudios no lo aceptaron eligieron a Joan Fontaine. Olivier encolerizado le hizo el rodaje imposible por lo que la expresión de la actriz durante todo el metraje de mujer infeliz y asustada es real.
La trama gira alrededor de una pareja desigual, una joven humilde se casa con un hombre ya mayor que tiene una considerable fortuna. Anteriormente estuvo casado con una mujer enigmática llamada Rebeca que murió en circunstancias misteriosas.
Todo la película está centrada pues en el misterio que esconden las paredes de Manderley, la mansión donde reside el matrimonio con su administrador y el servicio, al frente una ama de llaves aún más extraña y que resulta ser una mujer con tendencias lésbicas que estaba enamorada de la anterior señora de la casa.
La nueva señora De Winter se siente anulada por el recuerdo de su predecesora. Su marido la pidió en matrimonio precisamente porque era un contrapunto de su anterior esposa. Es decir que es todo lo contrario de una mujer sofisticada que lucía ropas de gran calidad, una mujer elegante que causaba asombro y admiración pero que tras sus oropeles escondía el carácter de un ser manipulador, tiránico y aborrecible.
En fin toda la imagineria del relato gótico llevado hasta las últimas consecuencias. Joan Fontaine y su expresión de desamparo llevan el peso de la acción. El público se identifica con ella, es el hilo conductor de la película y a través de sus ojos vamos adquiriendo información sobre los detalles de la historia de Rebeca y quien fue en realidad hasta llegar a un final espectacular.
Los actores tanto los protagonistas como los secundarios bordan sus papeles. El cínico George Sanders es genial y Judith Anderson, el ama de llaves, es todo un icono de la mujer siniestra y malvada.

Salvador Sáinz