EL PADRINO. PARTE III (1990)


EL PADRINO. PARTE III. Título original: The Godfather: Part III. Año 1990. Pais: Estados Unidos. Director: Francis Ford Coppola. Intérpretes: Al Pacino (Don Michael Corleone), Diane Keaton (Kay Adams Michelson),Talia Shire (Connie Corleone Rizzi),Andy Garcia (Vincent Mancini), Eli Wallach (Don Altobello), Joe Mantegna (Joey Zasa), George Hamilton (B.J. Harrison), Bridget Fonda (Grace Hamilton), Sofia Coppola (Mary Corleone), Raf Vallone (Cardinal Lamberto), Franc D'Ambrosio (Anthony Vito Corleone), Donal Donnelly (Archbishop Gilday), Richard Bright (Al Neri), Helmut Berger (Frederick Keinszig), Don Novello (Dominic Abbandando). Guión: Francis Ford Coppola & Mario Puzo (Novela: Mario Puzo). Música: Carmine Coppola. Fotografía: Gordon Willis. Productora: Paramount Pictures. duración: 163 minutos. Drama | Mafia. Crimen. Secuela. Familia

El Padrino 3 durante 16 años fue algo así como la serpiente de verano, alguna prensa hablaba de ella pero nadie sabía nada al respecto. Se sabe que la actriz y productora Barbara Steele trabajaba en tareas de preproducción durante muchos años, que el protagonista previsto era John Travolta en la época de Grease, y nada más. Al cabo de dieciséis años Al Pacino había madurado y su cabello encanecido.
Si cuando rodó la primera parte era un desconocido, el éxito le convirtió en una celebridad e inició una carrera repleta de éxitos. Diane Keaton estaba ya en su declive, era rara verla en cualquier película en aquel tiempo. Afortunadamente ambos reaparecen para mostrarnos los últimos años del padrino Michael Corleone, los negocios ilegítimos en la Vaticano, la mafia oculta en la Ciudad Santa y, sobretodo, la misteriosa muerte del papa Juan Pablo I que sólo estuvo un mes en el cargo. De nuevo la aparición de rostros famosos en otros tiempos como Eli Wallach, Raf Vallone, Helmunt Berger, Franco Citti, John Savage y el debut de Sofia Coppola que recibió jarabe de palo por la crítica internacional. Accedió al estrellato por ser la “hija del director” y a la crítica no le hizo demasiado gracia por no considerarla adecuada. Más suerte tuvo con su carrera de directora en películas como Las vírgenes suicidas.
Así conocemos los últimos años del padrino Michael, el ascenso de un sobrino como su sucesor (Andy García) ya que sus hijos no quieren seguir el “negocio” familiar y que prefieren cantar ópera a dirigir organizaciones criminales.
Lo más interesante es la alusión a la mafia vaticana. Se sabe poco de la súbita muerte de Juan Pablo I cuyo breve papado es todo un misterio, pero se han disparado las teorías de que su muerte no fue natural sino un asesinato. Lo que no se puede demostrar porque a un pontífice no se le puede realizar autopsias.  
Las teorías más fehacientes hablan de que el breve papa inició una investigación sobre las cuentas vaticanas y la introducción de la mafia en las mismas.
En fin, nos encontramos ante un producto no tan sólido como las otras dos entregas pero con numerosos puntos de interés. Parece una película de otra época ya desde su concepción, una cinta subsidiaria de otra. Un retorno a Sicilia que parece un retorno a las fuentes, al paraíso perdido. La vieja Sicilia repleta de curas, parejas de novios saliendo de la calle, reuniones familiares repletas de chiquillos que corretean y juegan con los ancianos en sillas de ruedas. Esa Italia, esa Sicilia a ritmo de tarantela como nos es descrita habitualmente. Todo tiene sabor añejo, nostálgico quizá. Una muerte tranquila apra el patriarca y la ascensión de su delfín como nuevo rey del crimen.  

Salvador Sáinz