MANUALE D'AMORE (2005)


MANUALE D'AMORE. Año: 2005.País: Italia. Dirección: Giovanni Veronesi. Interpretación: Carlo Verdone (Goffredo), Silvio Muccino (Tommaso), Luciana Littizzetto (Ornella), Sergio Rubini (Marco), Margherita Buy (Barbara), Jasmine Trinca (Giulia), Rodolfo Corsato (Alberto Marchese), Dino Abbrescia (Gabriele), Dario Bandiera (Piero), Luis Molteni (Abogado de Goffredo), Anita Caprioli (Livia). Guión: Ugo Chiti y Giovanni Veronesi; basado en un argumento de Vincenzo Cerami. Música: Paolo Buonvino. Fotografía: Tani Canevari. Montaje: Claudio Di Mauro. Diseño de producción: Luca Gobbi. Vestuario: Gemma Mascagni.Producción: Aurelio de Laurentiis.Duración: 116 minutos. Comedia. Estreno en Italia: 18 Marzo 2005. Estreno en España: 30 Diciembre 2005.

Manuale d'amore fue un éxito inesperado de la comedia italiana que, en otros tiempos, brilló con inusual fuerza gracias al talento de los grandes Luigi Comencini, Pietro Germi, Dino Risi y actores de la categoría de Vittorio Gassman, Marcello Mastroianni y bellas como Virna Lisi o Sophia Loren. Pero las últimas tendencias, el monopolio de Hollywood, la desaparición de sus nombres ilustres ha provocado la extinción del género o al menos de que éste se manifieste en nuestras pantallas.
Salvo los casos aislados de Roberto Benigni, es raro ver una comedia italiana en nuestros lares pero este film de Giovanni Veronesi ha roto el maleficio.
Nos encontramos ante una comedia moderna, fresca, ágil, rodada con gran pulso y ritmo, no exenta de gracia, que fácilmente ha conquistado las pantallas mundiales y encima ha generado dos secuelas a cada cual más exitosa.
Y todo eso sin recurrir a la chabacanería muy propio del mal cine italiano, defecto principal de las cinematografías mediterráneas como la española. Los personajes están muy bien trazados, con todos esos guiños a la cámara, mostrando un país moderno que no renuncia a sus raíces tradicionales.
Los nuevos intérpretes no son tan famosos como los de antaño tal vez porque les hemos visto muy poco y no han tenido opción a conseguir la fama internacional. Sin embargo, a pesar de no tener rostros conocidos, la empresa funciona. Los rostros de actores famosos muchas veces provocan despiste porque los relacionamos con otras interpretaciones, el actor más desconocido, si es bueno, consigue que nos creamos su personaje con mayor celeridad.
La narración es muy fluida, muy vital, y la película posee desparpajo y espontaneidad. Su proyección se hace muy agradable al espectador sin complicarle demasiado la existencia.
El cine italiano, como el europeo, es mucho más real que el hollywoodense que cae muchas veces en la artificiosidad, por esas películas dan la sensaciones de que si no las hemos vivido las podríamos vivir perfectamente.

Salvador Sáinz