SOMBRAS TENEBROSAS (2012)


SOMBRAS TENEBROSAS (Dark shadows). Título original: Dark Shadows. Año: 2012. País: USA. Dirección: Tim Burton. Interpretación: Johnny Depp (Barnabas Collins), Michelle Pfeiffer (Elizabeth Collins Stoddard), Helena Bonham Carter (Dra. Julia Hoffman), Eva Green (Angelique Bouchard), Chloë Grace Moretz (Carolyn Stoddard), Jackie Earle Haley (Willie Loomis), Jonny Lee Miller (Roger Collins), Gulliver McGrath (David Collins), Bella Heathcote (Victoria Winters), Ray Shirley (Sra. Johnson), Christopher Lee (Clarney), Jonathan Frid. Guion: Seth Grahame-Smith; a partir de un argumento de John August y Seth Grahame-Smith; basado a su vez en la serie de televisión creada por Dan Curtis. Producción: Christi Dembrowski, Johnny Depp, David Kennedy, Graham King y Richard D. Zanuck. Música: Danny Elfman. Fotografía: Bruno Delbonnel. Montaje: Chris Lebenzon. Diseño de producción: Rick Heinrichs. Vestuario: Colleen Atwood. Distribuidora: Warner Bros. Pictures International España. Estreno en USA: 11 Mayo 2012. Estreno en España: 11 Mayo 2012. Género: Comedia, fantástico.

Sombras tenebrosas está basado en un largometraje de Dan Curtis, Sombras en la oscuridad (1966) que dio origen a una famosa serie de televisión de 1970 y su remake en 1991. Curtis quería realizar una película de vampiros en el mundo moderno, alejado de los ambientes góticos del cine fantástico que suelen utilizar los decorados de la época victoriana inglesa o los escarpados montes de Transilvania, y obtuvo un éxito tan grande que se ha convertido en una película de culto que cuenta con una larga legión de fans en todo el mundo.
Jonathan Frid fue la estrella de la película y la primera de las series. Falleció hace algunos meses tras realizar un cameo en la versión que nos ocupa en aras de la nostalgia por una época ya desaparecida. Barnabas Collins, así se llama este peculiar vampiro moderno, es todo un icono en la leyenda del cine fantástico mundial.
Esta versión de Tim Burton cuenta con los adelantos de la tecnología digital y obtienen resultados estimulantes en numerosas secuencias. Pero donde esté el Burton de Sleepy Hollow (1999) que se quite el actual. Dicho título así como la película de Dan Curtis a la que hacemos referencia son dos cintas originales, de ahí su valor. Además en Sleepy Hollow el estilo de Burton es más depurado y su ritmo más frenético. En otras palabras que aquella obra tenía una fuerza de la que carece esta otra que nos ocupa.
Con un arranque muy prometedor, Burton nos crea una atmósfera gótica. Liberpool, viaje al otro lado del Atlántico, un puerto pequero, una mansión terrorífica impresionante y unos pregenéricos sensacionales.
Sin embargo cuando se inicia la acción en la época “moderna” la película pierde fuerza y sólo se recupera hacia el final. Un guión mal construido, una dirección desaliñada. Burton es un cineasta de gran imaginación visual con arrebatos de genio pero es muy poco constante.
Menos mal que en la parte positiva tenemos en primer lugar el regreso de Michelle Pfeiffer convertida en una gran dama de la pantalla, el pequeño cameo de Jonathan Frid, la aparición icónica del legendario Christopher Lee, uno de mis grandes ídolos, y la sensacional Eva Green (la reina Morgana de la serie Camelot) como mala malísima que es todo un regalo para los cinéfilos. Ella sola se basta para que valga la pena ve estas Sombras descafeinadas y ese guión deshilachado. El irregular Burton siempre da una de cal y otra de arena. Pues lo mejor para mí es ese numerito de Eva Green, la hija de la actriz Marléne Jobet, desgañitándose a placer con la composición de la antagonista, un ser perverso enfermo de amor por el vampiro Barnabás y que frustrada por no poderlo conseguir monta un pollo increíble. Una mujer apasionada hasta lo indecible enamorada de un galán de ultratumba más frígido que un témpano de hielo.
La escena en que la bruja Angelique (Green) hace el amor con el vampiro Barnabas Collins (Johnny Depp) es antológica.
Así durante la proyección las secuencias geniales alternan con las mediocres como si fuera una montaña rusa de empinadas subidas y abismales bajadas. Lástima que Burton no sea más autoexigente a la hora de rodar sus películas porque de ser así podría conseguir obras sensacionales.

Salvador Sáinz