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PETER PAN (1953)


James M. Barrie


PETER PAN. Título original: Peter Pan. Año 1953. País: Estados Unidos. Directores: Clyde Geronimi, Hamilton Luske, Wilfred Jackson. Dobladores en castellano: Miky Tabares (Peter Pan), Dagoberto de Cervantes (capitán Garfio), Salvador Carrasco (Jorge Darling), Carmen Donna-Dío (Mary Darling), Teresita Escobar (Wendy Darling), Miguel Ángel Erros (Juan Darling), Arturo David y Ortigosa (Miguel Darling), José Ángel Espinosa "Ferrusquilla" (Smee), Ciro Calderòn (jefe indio), Carlos David Ortigosa (narrador). Director doblaje español Edmundo Santos. Guión: Erdman Penner, Joe Rinaldi, Ralph Wright. Obra teatral: Peter Pan de James M. Barrie. Música: Oliver Wallace. Productora: Walt Disney. Duración: 77 minutos. Animación. Fantástico. Aventuras. Infantil | Piratas

Acaba de editarse en DVD y Blu-Ray la película de 1953 Peter Pan, producida por Walt Disney. Nos encontramos pues ante lo que podríamos denominar cine de productor, porque los directores eran meros artesanos a su servicio, ya que bajo su supervisión las películas tienen todas su huella y su personalidad.
Tras el fiasco comercial, pero no artístico, de su versión de Alicia en el país de las maravillas (1951), un clásico indiscutible avanzado a su tiempo, Disney emprende por fin un viejo proyecto interrumpido por la Segunda Guerra Mundial que le movilizó con fines propagandísticos. Peter Pan está basado en una obra teatral de James M. Barrie.
Sir James Matthew Barrie, comúnmente conocido como J. M. Barrie (9 de mayo de 1860 - 19 de junio de 1937), fue un novelista y dramaturgo escocés. Es especialmente famoso por haber creado el personaje de Peter Pan, basado en sus amigos, los niños Llewellyn-Davies. Peter Pan fue representado por primera vez el 27 de diciembre de 1904. Esta obra presentó al público el nombre Wendy, que fue inspirado por una niña,que murió a los cinco años y cinco meses de edad el 11 de febrero de 1894, Margaret Henley, quien llamaba a Barrie 'Friendy', pero no podía pronunciar bien las erres de manera que le salía algo así como 'Fwendy'. Se ha interpretado numerosas veces desde entonces, y se desarrolló por Barrie en forma de novela en el año 1911: Peter Pan y Wendy (Peter and Wendy). En 1929 especificó que los derechos de autor de la obra debían dedicarse al principal hospital infantil de la nación, el Great Ormond Street Hospital en Londres.
James Matthew Barrie, Arthur Conan Doyle y Robert Louis Stevenson fueron amigos desde la Universidad. Los tres asistieron a la Universidad de Edimburgo y también trabajaron en el periódico de la facultad. J. M. Barrie conoció a Thomas Hardy a través de Hugh Clifford mientras estuvo residiendo en Londres.
El estreno de su famosa obra fue un éxito inesperado. Nadie creía en ella, les aprecía extraña. Pero en la noche del estreno cuando Peter le pregunta al público “¿Creéis en la existencia de las hadas?”  para evitar la muerte de Campanilla los encopetados asistentes respondieron con un fuerte sí al unísono. Barrie había creado una obra mágica que ha sobrevivido al paso del tiempo y que en la actualidad permanece vigente.
Sin embargo, se inventó el cine y los productores enseguida se interesaron. En el mudo se rodó una versión en 1924 muy agradable protagonizada por  Betty Bronson, quien al año siguiente apareció como la Virgen María en Ben-Hur de Fred Niblo. Desde el estreno se convirtió en tradición que el papel de Peter lo asumiera una actriz, así la película siguió este camino adaptando varias constantes de la obra teatral como que la perra Nana lo interpretara un actor. Vale la pena revisar este clásico mudo, que a pesar de haber caído en el olvido tiene muchos puntos interesantes.
Disney quedó fascinado con la obra cuando la vio en teatro y después en el cine mudo. Era muy niño cuando la vio en un teatro porque la compañía llegó a Chicago, donde el pequeño Walt vivía con sus padres y hermanos, gastándose sus ahorros en la entrada que entonces solía ser costosa para su economía. En las funciones escolares consiguió representar la obra asumiendo el personaje de Peter con tan mala fortuna que se cayó al patio de butacas.
Cuando se inició en la animación deseaba rodar Peter Pan en los años treinta, pero la guerra mundial y el fracaso de Fantasía dejó la productora tocada por mucho tiempo.   
Al recuperase la productora tas la finalización de la guerra, Disney pudo por fin ver realizado su sueño de llevar al niño que nunca crecía a los lienzos mundiales.
Disney, al igual que Barrie, consiguieron una obra mágica, única, que actualmente se ha rejuvenecido gracias a las nuevas tecnologías.
Así volvemos al País de Nunca Jamás, situado en la segunda estrella a la derecha, en una isla imaginaria donde viven sirenas, indios, piratas y niños perdidos.
En una secuela tardía Peter Pan en regreso al País de Nunca Jamás (2002) de la Disney, sin la magia que le supo dar su alma mater, el tío Walt (como le llamaban) se hace hincapié en que todos los niños perdidos son niños del sexo masculino y no hay niñas. Un detalle que la secuela trata de corregir con la aparición de la hija de Wendy, quien ya ha crecido y se ha convertido en mujer, que es raptada por Garfio y llevada al País de Nunca Jamás. Los niños pedidos la rechazan primero porque es una chica, pero finalmente acaban por aceptarla como uno más del grupo.
Volviendo al filme original, señalemos que los niños perdidos, niños que han huido de sus hogares por malos tratos, son niños que no quien crecer. Es la magia de Nunca Jamás. Quien vive en esta isla imaginaria permanece niño eternamente lo que da origen al famoso “Síndrome de Peter Pan” que es padecido por aquellas personas que no aceptan el paso de los años y continúan viviendo como si fueran niños. Es un rechazo hacia la edad adulta y sobretodo la vejez. Es sintomático la secuencia del final, los padres de los niños que viven la aventura, recuerdan que en su infancia también vivieron una época de ilusión y esperanza que les llevó a Nunca Jamás.
En otras palabras que Nunca Jamás es ante todo un símbolo, los años felices (o que deberían ser felices, gobiernos como los actuales han amargado millones de infancias) que quedaron atrás y que al crecer hemos perdido. Un mundo de aventuras con piratas locos, sensuales sirenas, hadas, tesoros escondidos, indios y muchos juegos.
A este país imaginario viajan tres hermanos vestidos con ropa de dormir de la época victoriana, camisones y pijama para el pequeño, porque en realidad esta infancia idealizada es un sueño. El sueño de Barrie un día y de Walt Disney otro. Dos personajes que en su día se calificaron como “niños grandes” porque en realidad fueron niños toda su vida, incluso el tío Walt que falleció inesperadamente a los 65 años, cuando aún era joven y tenía mucho que crear, era hasta su último día un Peter Pan. Un niño que sólo creció en apariencia pero no en espíritu. Un espíritu que le llevó a crear un imperio de sueños a veces poco comprendido y despreciado, pero que ha alegrado numerosas infancias desde que inició su creación.
Cada año sus películas se reponen y los nuevos públicos no las ven como películas viejas sino que las ven como si fuesen de reciente producción.
Peter Pan como película es una obra casi perfecta, con personajes entrañables. Desde la celosa Campanilla, la ingenua Wendy, Tigrilla hasta las vanidosas sirenas. Un filme llevado con buen ritmo.  La mano de tío Walt es evidente. Al fallecer la calidad de su producción cayó en picado y en la actualidad la productora es una sombra de lo que fue. Sin embargo el Imperio Disney continúa creando para públicos infantiles de todo el mundo en sus canales televisivos y algunos largometrajes como John Carter, que a pesar de su relativo fracaso comercial, me parece un filme excelente.

Salvador Sáinz