EN LA COSTA AZUL (1951)


EN LA COSTA AZUL. Título original: On the Riviera. Año 1951. País: Estados Unidos. Director: Walter Lang. Reparto: Danny Kaye, Gene Tierney, Corinne Calvet, Marcel Dalio, Jean Murat, Henri Letondal, Clinton Sundberg, Sig Ruman, Gwen Verdon, Rosario Imperio, George Davis. Guión: Valentine Davies, Henry Ephron, Phoebe Ephron, Jessie Ernst (Obra: Hans Adler, Rudolph Lothar). Música: Alfred Newman, Earle Hagen, Cyril J. Mockridge. Fotografía: Leon Shamroy. Twentieth Century-Fox Film Corporation. Duración: 89 minutos. Comedia. Musical

El presente argumento, basado en la obra teatral El gato rojo de Rudolph Lothar y Hans Adler, ya se había llevado al cine en 1935 con el título El caballero del Folies Bergere dirigida por Roy del Ruth en la versión estadounidense y Marcel Achard en la francesa, ambas protagonizadas por Maurice Chevalier en su mejor momento. Seis años después se rodó el primer remake Aquella noche en Río (1941) de Irving Cummings con Don Ameche y Alice Faye, más la aparición de la entonces cantante de moda Carmen Miranda, e incluso de un filme Brasileño sta é Fina (1948) de Luiz de Barros y Moacyr Fenelon, con Mesquitinha y Cláudio Nonelli.
La película que nos ocupa no fue de los mayores éxitos de su protagonista Danny Kaye, pero sí queda como una de sus mejores caracterizaciones en un doble papel y los enredos que provocan los consabidos equívocos.
Como comedia le falta fuelle, vigor y energía. Lo mejo son los números musicales, generalmente a cargo del propio Danny Kaye en donde queda constancia una vez más de su enorme valía artística.
Sin Kaye la cinta carecería de interés y en la actualidad estaría olvidada como casi todas las películas de Walter Lang que nunca fue un primera serie. En uno de sus números, el genial pelirrojo interpreta un número flamenco, eso sí paródico y como dirían los andaluces “con mucha gracia y salero”.
Musical producido por la 20th Century Fox que nunca llegó a igualar los producidos por la Metro aunque ofreciera unas colores chillones que en su día hacían furor. Por otra parte tenemos varias apariciones de soporte interesantes como la excelsa Gene Tierney y la francesa Corinne Calvet cuya carrera fue más bien discreta tal vez por falta de oportunidades.
Pero Danny Kaye lo es todo, sobre todo si la película se disfruta en versión original porque se trata de uno de esos actores que pierden mucho con el doblaje. Los doblajes españoles suelen distorsionar mucho sus personajes haciéndoles aparecer alelados y tontainas cuando no lo son. En realidad son personajes mucho más complejos de lo que aparentan. Hace reír no consiste en hacer el tonto como se cree en ciertas altitudes, sin en crear situaciones divertidas y resolverlas con ingenio. Kaye jamás fue un cómico vulgar sino sofisticado e ingenioso.
Aunque en este caso, la comedia no tenga consistencia y el director no esté atinado por carecer de personalidad. Pero a pesar de todo su actuación, reforzada por sus compañeras de reparto, salvan del naufragio una película que sin ellos carecería de interés.

Salvador Sáinz