FESTIVAL EN MÉJICO (1946)

Musical típicamente Metro bajo la dirección del genial George Sidney, todo un virtuoso a la hora de rodar números musicales aunque éstos sean anticinematográficos como el bello Ave María de Franz Schubert. Uno de los cineastas más queridos por esta web, Sidney nunca ha sido valorado todo lo que se merecía al estar a la sombra de los Gene Kelly, Vincente Minnelli y Stanley Donen considerados como los verdaderos maestros del género. Sin embargo a estos nombres yo añadiría el del director que nos ocupa, todo un ejemplo de virtuosismo.
Festival en Méjico empero no es de las mejores que rodó, pero aún así tiene secuencias excelentes como los números de nuestros Xavier Cugat y José Iturbi.
José Iturbi Báguena (Valencia, 1895 – Los Ángeles, 1980). Pianista, compositor y director de orquesta.  En su carrera artística, Iturbi no se limitó a un único estilo e interpretó a una gran variedad de compositores, como Beethoven, Mozart, Liszt, Chopin, Brahms, Schumann y Mendelssohn; eso sin olvidar los españoles: Isaac Albéniz, Enrique Granados y Manuel de Falla.
Francisco de Asís Javier Cugat Mingall, mejor conocido como Xavier Cugat (Gerona, 1 de enero de 1900 - Barcelona, 27 de octubre de 1990) fue un músico español, catalán, considerado el rey de la samba que vivió sus últimos años en el Hotel Ritz de Barcelona y a quién conocí personalmente en el Gran Casino de Barcelona el 20 de abril de 1985 cuando presentamos la película Acosada dirigida por Sebastián D’Arbó, estreno al cual asistió  el eminente músico a pesar de los achaques propios de la edad y su precario estado de salud.
Tanto Cugat como Iturbi triunfaron alrededor del mundo y sobre todo en los inaccesibles Estados Unidos, aunque en el caso del primero se solía bromear mucho a causa de sus problemas con el idioma inglés.
Ver Festival en Méjico es toda una delicia a pesar de que la pareja adolescente formada por Roddy MCDowall y Jane Powell es muy cargante. En el futuro ambos ofrecieron mejores trabajos tanto en cine como en teatro y televisión. Powell triunfó con Siete novias para siete hermanos y McDowall tras ser Mordred en la versión teatral de Camelot obtuvo una gran actuación en la serie de ciencia ficción El planeta de los simios.
A pesar de que la acción está ubicada en México, este país no aparece en pantalla al haberse rodado todos los interiores en los estudios de la Metro. Eso sí, en algunas escenas los actores protagonistas pronuncian algunas palabras en castellano, el idioma “extranjero” más estudiado en las escuelas estadounidenses. Es habitual que en películas cuya acción transcurra en países hispanos que en alguna secuencia los actores protagonistas o secundarios digan algunas frases en el idioma de Cervantes  aunque a veces no se les entienda nada y en otras demuestran su gran dominio idiomático.
Como curiosidad un pequeño detalle, Fidel Castro, entonces un desconocido, vivió años de bohemia en Los Ángeles e hizo sus pinitos de extra en este película, tal vez emulando a León Trotski, el dirigente soviético, quien antes de la Revolución de Octubre sobrevivió como pudo en Londres y se cuenta de que trabajó de extra en alguna película de la época.
La película del gran Sidney es todo un alarde de color, música, y unas composiciones fotográficas muy elaboradas, con unos planos precisos en los que se filman las secuencias musicales que, como ya he explicado anteriormente, son todo un ejemplo de virtuosismo y buen gusto.

Salvador Sáinz