EL AVARO (1980)


EL AVARO. Título original: L'Avare. Año 1980. País: Francia. Director: Louis de Funès, Jean Girault. Reparto: Louis de Funès (Harpagon), Franck Cabot-David (Cléante), Hervé Bellon (Valére), Georges Audoubert (Anselme), Guy Grosso (Brindavoine), Michel Modo (La merluche), Henri Génès (Le commissaire), Max Montavon (Maître Simon), Micheline Bourday (Dame Claude), Madeleine Barbulée (La mère de Marianne), Anne Caudry (Marianne), Claire Dupray (Elise), Claude Gensac (Frosine), Bernard Menez (La Flèche), Michel Galabru (Maître Jacques), Pierre Aussedat (Le clerc), Gaëlle Legrand (La première servante), Claire Favretto (La deuxième servante). Guión: Jean Girault, Louis de Funès (Obra: Moliére). Música: Jean Bizet. Fotografía: Edmond Richard. Les Films Christian Fechner. Duración: 105 minutos. Comedia, Siglo XVII

Louis De Funès triunfó tarde en el mundo del cine, pero el público internacional sólo le conoce por su faceta de cómico en edad madura, y en cierto modo desconoce su labor en los escenarios franceses con interpretaciones que a veces nada tenían que ver con las que le habían hecho famoso.
Aprovechándose de su peso en la industria, De Funès se empeño en llevar a la gran pantalla El avaro, la inmortal obra de Molière, y no sólo como actor sino también como guionista y director. De hecho no es esta su única intervención como guionista, porque muchas de sus famosas películas fueron escritas por el propio actor en las que demostró su gran profesionalidad.
El avaro es un proyecto arriesgado porque cuando un actor triunfa en determinados papeles, se les identifica con los mismos y no se le acepta en otros. Empero ese avaro, ese famoso Harpagon, uno de los personajes más célebres del teatro mundial, cuyos textos eran modélicos y los alumnos de francés debíamos estudiar aprender dicho idioma, se sale del personaje típico del gran cómico aunque en realidad parece que está escrito a su medida.
Louis De Funès borda su papel con total maestría, aunque su labor como director sea más bien discreta. Profesional, muy profesional, pero discreta. La dirección no era lo suyo.
La trama gira alrededor de un avaro, un ser mezquino y ruin obsesionado con el dinero, con las cosas más materiales de la vida que antepone al bienestar de su familia y a su felicidad. Desea casar a su hija con un marido no deseado y escasamente adecuado, se opone al noviazgo de su hijo porque la joven no es de alta alcurnia. Para Harpagon, personaje que escenifica la miseria humana más absoluta, el amor de su vida es sólo el dinero y nada más.
Un personaje muy negativo interpretado por uno de los actores que contaba con mayor simpatía, triunfador nato aunque su gloria le llegara tarde, era muy fácil resbalar y pillarse los dedos. Pero la versión cinematográfica del famoso avaro si no es una obra maestra, que no lo es, ha sido resuelta con total dignidad. Un filme más que agradable apoyado por un excelente elenco, típico de las películas de gendarmes por cierto.

Salvador Sáinz