HONOLULU (1939)


HONOLULU. Título original: Honolulu. Año 1939. País Estados Unidos. Director: Edward Buzzell. Reparto: Eleanor Powell (Dorothy March), Robert Young (Brooks Mason / George Smith), George Burns (Joe Duffy), Gracie Allen (Millie De Grasse), Rita Johnson (Cecelia Grayson), Clarence Kolb (Mr. Horace Grayson), Jo Ann Sayers (enfermera), Ann Morriss (Gale Brewster), Willie Fung (Wong), Cliff Clark (detective primero), Edward Gargan (detective segundo), Eddie 'Rochester' Anderson (Washington), Sig Ruman (Psiquiatra), Ruth Hussey (Eve), Kealohu Holt (bailarina nativa), Edgar Dearing (carcelero). Guión: Herbert Fields, Frank Partos. Fotografía: Ray June (B&W). Loew's / Metro-Goldwyn-Mayer (MGM). Duración 83 minutos. Comedia. Musical. Romance

Muchas películas u obras del género musical (por ejemplo, la zarzuela) me producen una extraña sensación. Es como si mezclaran dos películas en una o dos obras. Una fuera genial y la otra mediocre. Porque generalmente muchas de esas cintas pasan de lo sublime a lo anodino en un abrir y cerrar de ojos.
Honolulu es una comedia dirigida por el grisáceo entre los grisáceos Edward Buzzell,  director que trabajó con los hermanos Marx en la Meto en sus peores cintas (Una tarde en el circo y Los hermanos Marx en el Oeste). Paradójicamente en un número musical aparecen unos dobles de los famosos brothers, una rareza.
Lo mejor de la película es Eleanor Powell y sus escasos números musicales, al parecer la Metro no confiaba mucho en ella al relegarla con un segunda fila como es Buzell y una trama que no está centrada en su personaje sino en Robert Young, mediocre galán y mejor actor maduro en años venideros.
Nos encontramos ante el enésimo remake de La comedia de las equivocaciones, la famosa obra de  William Shakespeare que copió de los Menaechmi de Plauto. Un actor de cine agobiado por los fans se intercambia por un doble que vive en Honolulu. El guión no tiene ninguna gracia y la dirección es flojísima.
Los números de Eleanor Powell no están bien integrados en el conjunto de la película pero aún así son sin duda alguna lo mejor. Gracie Allen es su contrapunto cómico, otro elemento en el haber de este título rutinario en el que la Metro no se complicó la vida. Para Eleanor quedaban un par de películas interesantes antes de caer en un injusto olvido.
A pesar de no ser una actriz excesivamente hermosa tenía numerosos fans y estaba casada con el famoso galán Glenn Ford. Esta vez los números están inspirados en el folclore hawaiano y el famoso hula. Además una sorpresa, Vestida como un hombre de raza negra, la Powell rinde homenaje al rey de Harlem, Bill "Bojangles" Robinson. Resulta curioso que el travestismo no es visto igual cuando una mujer se hace pasar por hombre que al revés. En este caso ya es acusado de homosexualidad, afeminamiento o de ser ridículo. No ocurre lo mismo cuando una fémina es caracterizada como un hombre, en este caso negro.
Este número homenaje es sin ninguna duda lo mejor de esta película musical que de no ser por su protagonista ya habría caído en el olvido.

Salvador Sáinz