12 PASOS SIN CABEZA: LA LEYENDA DE UN PIRATA (2009)


12 PASOS SIN CABEZA: LA LEYENDA DE UN PIRATA. Título original: 12 meter ohne kopf. Año: 2009. País: Alemania. Dirección: Sven Taddicken. Reparto: Ronald Zehrfeld (Klaus Störtebeker), Matthias Schweighöfer (Gödeke Michels), Jana Pallaske (Okka), Franziska Wulf (Bille). Guion: Matthias Pacht; basado en un argumento de Sven Taddicken y Sven Pacht. Producción: Björn Vosgerau, Stefan Schubert, Ralph Schwingel y Uwe Kolbe. Música: Christoph Blaser y Steffen Kahles. Fotografía: Daniela Knapp. Montaje: Andreas Wodraschke, Alexander Dittner y Florian Miosge. Diseño de producción: Peter Menne. Vestuario: Nicole Fischnaller. Distribuidora: Paycom Multimedia. Estreno en Alemania: 10 Diciembre 2009. Estreno en España: 27 Julio 2012. Duración: 108 minutos. Género: Aventuras, comedia dramática.

Nos encontramos con una película de piratas atípica, lejos de los estereotipos hollywoodenses (recordemos los famosos Piratas del Caribe con Johnny Depp) que ubican este fenómeno en un lugar (el Mar Caribe) y una época (siglos XVI y XVII, la época en que España reinaban los Austrias). Sin embargo este fenómeno es universal y atemporal. Incluso en la actualidad existen barcos piratas aunque lo tienen crudo con los grandes navíos que surcan los mares.
Los de la película que nos ocupa están ubicados en el año 1401 en Frisia (Holanda), sus correrías transcurren en el Mar Báltico.
Esta producción de nacionalidad alemana dirigida por el joven cineasta Sven Taddicken nos presenta unos piratas que están lejos de los fieros criminales que aparecen en las películas americanas, en realidad son unos auténticos desgraciados. Unos personajes que en literatura española podrían definirse como los pícaros en versión alemana. Unos seres marginados que luchan por sobrevivir y para no pasarse la vida encerrados en una granja oliendo a estiércol, unas gentes que buscan la vida como pueden y que desean ser libres navegando por el mar. No desean ataduras de ningún tipo.
Resulta irónica la forma de presentarlos, seres temibles que asaltan los barcos de los “ricachones”, es decir los grandes comerciantes a los que culpan de sus desventuras para arrebatarles sus dineros. También son asesinos. Pero lejos de los aguerridos saqueadores de lenguaje malsonante que solemos ver, esos son patosos y patéticos. Es decir que no son más que unas víctimas de la sociedad a la que agreden con sus correrías. No son héroes, son antihéroes. Seres vulnerables que si no encuentran barcos de sus enemigos para asaltar pasan hambre, sed y frío.
La apuesta es original e insólita, con música demasiado moderna y estridente pero que le dan un tono gamberro al filme. Pésimamente distribuida en España, apenas se ha visto en salas, se puede descubrir gracias al DVD y pases televisivos.

Salvador Sáinz