GRANDES VACACIONES (1967)

Grandes vacaciones pertenecen a la mejor etapa cinematográfica de Louis de Funès, un actor que triunfó en plena madurez, al llegar a la llamada “mediana edad”, en una edad en la que casi todos sus colegas han perdido el talento y la magia.  
En esta ocasión el argumento refleja algo que en aquel tiempo era habitual, los intercambios de “hijos” durante las vacaciones estivales. Era y es un método eficaz para aprender un idioma extranjero. Como es habitual en el cine francés, al ser Inglaterra el país del intercambio aprovechan la ocasión para lanzarles puyas por su pésimo yantar. Además sale Escocia para mostrarnos una costumbre de la época en que los jóvenes menores de edad que escapaban de sus casas se podían casar sin consentimiento paterno.
La comedia presenta, como suele ser habitual en las películas del célebre cómico de origen andaluz, ambientes lujosos. Siempre aparecen gentes millonarias que viven en castillos a todo trapo en contraposición a otros personajes cómicos que interpretaban vagabundos o personajes de la clase trabajadora.
No es de las mejores de su autor pero en su día dio suculentos dividendos, la trama está muy bien conseguida y las escenas de acción cómica tienen toda su gracia. El choque de culturas no es desdeñado.
Aparecen los típicos cómplices de Louis de Funès como Claude Gensac y varios secundarios célebres de la época. Algunas secuencias se rodaron en la Gran Bretaña, sobretodo en la ya mencionada Escocia en setenta milímetros o Todd-Ao que en su día eran muy espectaculares y ofrecían gran calidad de imagen.
Una comedia de lujo realizada con total profesionalidad por Jean Girault, el director de la serie del gendarme de Saint Tropez que realiza una excelente labor.

Salvador Sáinz